De Anna, la niña a la que alude el título, el lector sabrá pronto que requiere continuos cuidados. No le quedará clara, sin embargo, la naturaleza del mal, ya que su función es actuar como un vacío nuclear desde el que se generará toda la historia ideada por la inglesa Margaret Drabble (1939), una novelista de muy larga trayectoria que en España es casi desconocida. En plenos años 60, Jessica, estudiante de Antropología anclada en el sofisticado norte londinense, se queda embarazada de un profesor casado. Arranca así una particular odisea que Drabble extiende varias décadas. Como suele ocurrir en su narrativa, el primer plano estará puesto en la condición femenina, pero se abrirá hacia una amplia exploración social. Sumen la pasarela que como antropóloga tiende Jessica al lector sobre "sociedades primitivas" y tendrán un interesante juego de espejos rematado por la sostenida atención que Jessica presta a las enfermedades mentales.
