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arte

Soledad Córdoba y los cantos del alma herida

Sugestiva estética de atemperado y simbólico misticismo con el cuerpo como eficaz transmisor de significados

También en febrero, pero de 2011, me refería aquí a las fotografías que por entonces exponía Soledad Córdoba en la galería Vértice de Oviedo denominándolas "no autorretratos", porque aunque en todas ellas aparecía la artista, su cuerpo, su rostro, en ocasiones en primerísimo plano, daba la impresión de hacerlo como despegada de la acción que se representaba, a menudo muy imaginativamente surrealista, con distanciamiento, como compartiendo con el espectador de la obra algo que le era ajeno. Nada había de dramático ni de perturbador en la neutralidad del personaje, nada lo hacía vulnerable.

Sucede ahora lo contrario. Sus obras son autorretratos, y profundos, porque son autobiográficos. Siguiendo una de las prácticas artísticas más características del arte conceptual, prolonga su vida en su arte y con él se identifica. Como en un diario personal, sus obras nos hablan de su mundo para contarnos que algo en él se ha truncado, algo doloroso ha sucedido, y ha recurrido a la creación artística como terapia para que, al tomar cuerpo y verse reflejados en ella los temores, las angustias y las frustraciones, el dolor se diluya, como lo hace en las lágrimas, y el estado emocional se reconstruya recobrando el equilibrio y la serenidad. Orlando Pelayo escribió: "Interrogando a mis fantasmas, intento saber quién soy". Y Cioran: "Mi obra procede de una acción curativas, para no volverme loco".

Desde que Duchamp proclamase aquello de que el arte es la vida, han sido innumerables los artistas que se han expresado documentando con su propio cuerpo vivencias y experiencias asociadas bien al placer o al sufrimiento, la enfermedad y la muerte, bien al autodescubrimiento o como reivindicación crítica ante la injusticia de prejuicios o roles atribuidos a determinados sectores de la sociedad, especialmente las mujeres. Temáticas recurrentes y arte específico del que hemos tenido noticia de innumerables acciones desde el arte corporal de los pasados años 60, Ives Klein, "El arte es salud", o Vito Acconti metamorfoseando sus poemas en acciones. Bruce Nauman, Tracey Emin, Cindy Shermann?, body art, accionismo vienés, Orlan, Abramovic, Serrano, acciones, performances, flagelaciones, exhibiciones, meditaciones, expiaciones, manipulaciones, incluso quirúrgicas, un mundo de pensamientos, sentimientos y confesiones expresadas mediante el arte corporal.

A menudo hay algo extraño e inquietante para el espectador en el proceso de asumir las vivencias de los artistas, un pudor, un rechazo en ocasiones. Alguien dijo que el arte no estaba para la narración de las propias neurosis, claro que por otra parte en Inglaterra se acuñó para el género el término de "Confessional art". Afortunadamente, la aparición de nuevas tecnologías y nuevas sensibilidades han quitado tremendismo a la tendencia dotándola de mayor sutileza, carga poética y belleza plástica.

El arte de Soledad Córdoba es un buen ejemplo de ello. Todo su trabajo se desarrolla dentro de un atemperado y simbólico misticismo artístico, narrador no de neurosis sino de sentimientos y huellas de pesar dulcemente nostálgicas, y su estética encuentra con naturalidad en el cuerpo un vehículo eficaz para la transmisión de significados. Hay que decir que la serie de dibujos "Ojos tatuados" supone una gratísima sorpresa, son de una intensidad expresiva impactante y de notable belleza, sin caer en tópicos tremendistas. De su "Devastación" resulta especialmente sugestivo el video: hay majestad en los gestos del ceremonial en el que la artista, como en trance extático, procede al ritual de quebrar las ramas quemadas de cuyo interior se vierte el polvo de oro, y resulta también de mucho interés la foto-instalación de las sillas quemadas semihundidas en sus cenizas. Me interesó menos la foto de las sillas arrastradas y la de la dama con velo negro, que me recordó a las mujeres veladas de Paloma Navares. Pero exposición notable de esta magnífica artista avilesina.

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