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La brújula

Historias sobre el cerebro que nunca había imaginado

Tras una excelente acogida en catalán, nos llega ahora la versión en castellano de Hermano de hielo, primera novela de la gerundense Alicia Kopf (1982). Kopf, nombre de guerra de la artista plástica y narradora Imma Ávalos, parte de la figura de un hermano autista para emprender un atrevido periplo que, una y otra vez, transporta al lector entre el hielo de los polos, las épicas exploraciones de esos confines simbólicos del planeta, la vida del hermano encerrado en su peculiar burbuja de hielo y el aura gélida que esta perturbadora presencia derrama sobre el resto de la familia. Se construye así una narración que, sustentada en un lenguaje a la vez erudito y lírico, se expande y se recoge, siguiendo diferentes puntos de fuga, para al fin componer un sólido artefacto alimentado por la crónica, el ensayo, la memoria y el diario. Todo ello sobrevolado y propulsado por la reflexión de la autora sobre el decurso narrativo en el que está inmersa y salpicado por ilustraciones salidas de su propia pluma.

El heroico comodoro Peary, los inouit, la psilocibina y otros alucinógenos, la sonrisa de Mona Lisa y la falsedad de otras sonrisas, el ajedrez, los delirios nacionalistas sobre los tamaños de los cerebros, el cambio de hora, Benjamin Franklyn y decenas de otros asuntos se dan cita en Un esquimal en Nueva York y otras historias de la Neurociencia. Se trata del cuarto de los volúmenes que el catedrático de Biología Celular José Ramón Alonso dedica a divulgar los secretos del cerebro y el sistema nervioso, tras La nariz de Charles Darwin, El escritor que no sabía leer y El hombre que hablaba con los delfines. Alonso mira hacia atrás, a los tanteos, aciertos y yerros de los investigadores a lo largo de los siglos, para que el lector descubra cómo hemos llegado a saber lo que hoy sabemos sobre ese pequeño órgano de apenas kilo y medio de peso en el que se alojan desde nuestros sueños más descabellados hasta nuestro temores más ancestrales. Un viaje apasionante a esa esquina recóndita desde la que nos afirmamos y nos negamos.

Hay muchas maneras de recuperar la figura paterna antes de que se deshilache en la memoria. Claro que el lector suele quedarle menos agradecido a quienes optan por el desnudo a bocajarro que a quienes construyen tramas para sus fantasmas. El argentino Eduardo Berti (1964), a quien no debería ser necesario presentar, lo sabe bien y ha edificado su reconstrucción sobre tres historias: la que se supone estaba escribiendo su padre, un inmigrante rumano, en los últimos días de su vida; la que a él mismo le va dando por hilvanar con su propia vida y, premio gordo, la que muestra a un escritor que, como el progenitor de Berti, cambió de nombre, país y lengua. Como la contraportada de Un padre extranjero no dice de quien se trata, conviene dejar su nombre en tinieblas y añadir tan sólo que los días del excelso novelista peligran. Un marinero convencido de que se ha servido de su figura para dar cuerpo al personaje de un cuento planea asesinarlo. El resultado, como siempre en Berti, es excelente.

La vida de Emmanuel Bove (1898-1945) estuvo presidida por los cambios de fortuna casi desde la cuna. Hijo extramarital de una criada que pronto se desentendió de él, halló protección durante unos años con su padre, un judío ruso exiliado que había casado con una inglesa rica. Pero aquello no duró, porque el matrimonio tuvo un hijo que le robó sus afectos y, además, su madrastra se arruinó. Bove se rehízo y llegó a ser novelista de éxito bajo seudónimo en Viena y luego, ya con su nombre, en París. Pero su trayectoria fue segada por la II Guerra Mundial, a la que, enfermo, apenas sobrevivió, y su obra cayó en el olvido hasta que comenzó a ser recuperada en Francia en la década de 1980. Como Bove, sus personajes son individuos desplazados, invadidos por la angustia y la desesperación. Criaturas a las que las cosas van mal antes de que empiecen a irles peor. Habitantes de un mundo de pesadilla que se refleja con inquietante nitidez en los relatos de este esclarecedor Henri Duchemin y sus sombras.

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