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Tinta fresca

Buscando la luz prodigiosa

Un manual exhaustivo y altamente práctico para dominar una de las herramientas clave de la fotografía

Dentro del universo infinito de la fotografía, el flash habita en una de las galaxias más difíciles de explorar a fondo. Conseguir buenos resultados es una tarea compleja que exige mucha práctica para aprender a partir de los errores e ir corrigiendo defectos. Cuando se recurre al flash no se trata únicamente de sacarle partido como fuente de iluminación, también hay un abanico de posibilidades que permiten proporcionar una personalidad acusada a las fotografías cuando se utiliza como herramienta para manejar colores, sombras y matices, recursos a los que la cámara no puede acceder por buena que sea. El autor de El flash a tu alcance no sólo elabora una base teórica imprescindible para entender los fundamentos esenciales sino que incorpora un motivador e ilustrativo catálogo de ejemplos para que el lector vea con sus propios cómo se puede y se debe iluminar con condiciones de luz de todo tipo y con distintos sujetos sobre los que incidir. Ni qué decir tiene que los resultados que aparecen en las páginas son el mejor aliciente que existe para ampliar los conocimientos y probar una y otra vez hasta lograr (o aproximarse al menos) imágenes tan bellas y elocuentes. Las 280 páginas se dividen en dos partes. La primera de ellas se centra en los fundamentos del flash para aprender a medir la potencia del mismo y entrar en contacto con la mezcla de luz de flash y luz natural y la velocidad de sincronización del primero. Luego toca conocer las reglas de iluminación a partir de los distintos tipos de luz (principal, de relleno, de separación, de fondo). Y, claro, antes de pasar a la acción hay que elegir qué equipo tendremos. Tipos de flash (de zapata, de estudio, de estudio con batería?) y accesorios y modificadores de luz (paraguas, cajas de luz, luces puntuales, Beauty Dish, flash anular).

A partir de aquí, y si hemos prestado la debida atención, se supone que ya estamos en condiciones de seguir los planes del autor para poner a prueba nuestros recién adquiridos conocimientos. Empezamos, cómo no, por los relatos. Desde fotos de moda hasta retratos empresariales pasando por fotos de carné, retratos épicos o cotidianos, objetos o belleza. Y la cosa se complica para que la paleta de opciones se dispare (nunca mejor dicho): hay que aprender a mezclar luz ambiente y flash, a combinar diferentes temperaturas de color y jugar con las sombras (con las correspondientes aplicaciones al blanco y negro).

La iluminación de objetos con la colaboración del flash proporciona muchas satisfacciones. Propone el autor varios bodegones con fondo blanco, retroalimentación para sacar el máximo partido a líquidos y cristales, cromados, espejos, platos ("que te hacen la boca agua")? Y más: Fotografía industrial, luz súper suave, Macrofotografía? Salimos fuera a iluminar la noche, atardeceres, la aurora boreal, el bosque, las cuevas, playas, granizadas? Llegan las mayores dificultades: deportes. Congelando el movimiento. Llegando a lugares imposibles. Cruzando el charco. Pasadas a toda velocidad. Una cita: un día en el gimnasio. Para descansar, nada mejor que un paseo en plena naturaleza. Pero no un paseo tranquilo: una aventura en el volcán, destinos exóticos, días nublados? Sacando luz de donde no la hay si es preciso.

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