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Un Gracq rescatado de un desván después de muerto

Un Gracq rescatado de un desván después de muerto

Las tierras del ocaso es un texto resucitado. Su autor, el francés Julien Gracq, (1910-2007) trabajó en él a mediados de la década de 1950 y luego lo dejó de lado para concentrarse en lo que, al cabo, serían Los ojos del bosque. Ambos libros tienen fuertes concomitancias, pues, como corresponde al tiempo en el que se gestaron, brotan en la resaca de la II Guerra Mundial. Un conflicto que en Francia quiere decir una debacle consumada en un mes y una ocupación soportada cincuenta. Gracq era hombre de pluma lírica y de querencia simbólica, de modo que Las tierras del ocaso, hallada en un desván tras su muerte, transcurre en un territorio despojado de señas temporales precisas, el reino de Bréga-Vieil, al que amenaza una invasión. La accidentada huida de los protagonistas, que pretenden luchar desde el exterior, y la caída en el horror sufrida por los que se quedan no necesitan glosa. Tan sólo disfrutar de la capacidad de Gracq para generar belleza en el ejercicio de transmutación.

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