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Arte

María Álvarez sin coordenadas, en la terra incógnita

Entre lo que la objetividad minimalista propone y lo que una latente subjetividad sugiere

Obras de María Álvarez en la galería Guillermina Caicoya.

Como en muy contadas ocasiones sucede, vuelve María Álvarez (Luanco, 1958) a admirarnos con la elemental pureza estética y la contenida mística lírica de una personalísima obra en la que, cuando se unen sugestiones conceptuales, adquiere la abstracción su mejor justificación e interesante sentido. Entonces produce esa obra sensaciones de tensión entre lo que la objetividad minimalista propone y lo que una latente subjetividad sugiere. Eso nos intriga, nos atrae y finalmente nos seduce cuando, pasando por encima de su levedad formal carente de atracción retórica, le dedicamos un pensamiento y una mirada pausada.

Esta artista y profesora de arte de admirable trayectoria, suele expresarse en series de obras que responden a códigos plásticos muy personales. La serie que presenta en su actual exposición lleva un título bien explícito: "Sin coordenadas", lo que evidentemente tematiza el principio de abstracción. Las pinturas, tintas pigmentadas sobre papel de algodón, dibujan en blanco sobre negro intenso de las superficies gran variedad de imaginativas variaciones visuales de líneas y números. El negro es el mar, con alguna leve puntualización insular, pero la carta geográfica, o geométrica, de marear no conduce a ninguna parte. O quizá sí y nos lleven a un punto, un territorio al margen del espacio y el tiempo, solo para la reflexión y la libre expresión de pensamientos o sentimientos, sin límites, sin referencias, sin coordenadas, tan subjetivos que no tienen reflejo en la naturaleza, "lo que no se ve, lo que se tiene para siempre en la mente". Es ahí donde nos encontramos con María Álvarez, una artista que llega a lo conceptual mediante un reduccionista pero estéticamente hermoso minimalismo, para compartir un lugar y un espacio en los que, con palabras de Sol LeWitt, el espectador de la obra se convierte en un lector en relación performativa con su autor.

Dentro de esta misma serie "Sin coordenadas", puede verse, con el título de "Mente callada" un tríptico de obras que ya figuró en la exposición "Asturias Arte Actual" del pasado año en el Centro Municipal de Arte de Avilés. Mención especial merecen dos piezas de especial y elegante refinamiento en las que el dibujo, que no define imágenes ni establece límites, se entrecruza en el espacio mediante pequeñas grafías gestuales, como fluidos latigazos, conformando una especular madeja pictórica. María siempre sorprende gratamente.

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