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La brújula

Imágenes surrealistas para avivar la rebeldía

Imágenes surrealistas para avivar la rebeldía

En la ya larga crisis catalana, hubo un día en el que una frase empezó a repicar de pantalla en pantalla: "Los tanques eran el dinero". Los bancos y las empresas habían iniciado su éxodo, y millones de observadores comprendieron, los más con alivio, que el poder de esa riada hacía innecesario el sueño fascista de ver desfilar blindados por la Diagonal.

El descubrimiento del poder absoluto del dinero es antiguo, pero el análisis riguroso de los procesos de acumulación de la riqueza se asocia a dos palabras: Marx y El Capital, que en el siglo XXI suelen arrinconarse como trastos o estigmatizarse como referente de dictaduras y masacres. Poco importa, porque a estas alturas, sin que a menudo lo sepan, corren por las venas de ricos, adocenados y rebeldes de toda condición.

Cuando Marx era joven y aún no había sistematizado, y con ello afilado, pero también empobrecido, sus mejores intuiciones, escribía textos encendidos, más filosóficos que económicos, en los que arremetía contra El dios dinero y contra la pervertida incapacidad de gozar de un bien si no se posee en exclusiva. Muchas de esas reflexiones figuran en los llamados Cuadernos de París o Manuscritos económicos y filosóficos (1844), no divulgados hasta bien entrado el siglo XX. En sus páginas se refleja la enfermedad que aqueja a cuantos se ven obligados a sobrevivir alquilando su fuerza de trabajo: la alienación. En torno a esa idea, sintetizada en brevísimos textos, el ilustrador Marcos Guardiola, Maguma, ha erigido un penetrante mundo de imágenes surrealistas, presentadas en un acordeón de cartonés, que devuelven al lector la llama de un pensamiento crítico tan necesario como siempre.

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