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Subvertir el lenguaje para atacar la violencia con relatos

A sus apenas 40 años, el mexicano Emiliano Monge lleva a sus espaldas una larga carrera de autor de relatos y novelas. Monge, que también es politólogo, forma en esa abrumadora legión de narradores más o menos jóvenes con la que Latinoamérica está regalando de nuevo al mundo en los últimos años. Una generación que ha asimilado, para trascenderlas, todas las lecciones de los abuelos del "boom" mientras mantiene abiertas sus antenas a los dioses anglosajones y clava el ojo y el oído en los latidos de sus propias comunidades. En los de ahora y en los ancestrales. La superficie más honda transpira tanta violencia como el propio México, pero en Monge la violencia, más que un paisaje de sangre, es una opresiva atmósfera lingüística fruto de entregarse a la precisión más extrema para dibujar los contornos más difusos. El resultado son once cuentos, subversivos, que brillan como puñales en la constelación del mal.

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