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Mario Antuña

Siempre hacia delante

Mario Antuña

Así, no bajamos

El Sporting ha metido la sexta marcha con buen juego y confianza para alcanzar el segundo puesto

Así, no bajamos... del segundo puesto que abre la puerta de la gloria. El Brujo lo predijo y el augurio se cumple cada fin de semana sobre el tablero de ajedrez que despliega el Pitu Abelardo. Los gestos entre la plantilla y el cuerpo técnico demuestran un ambiente de Primera. No harán falta miles de goles, a ver si no da tiempo a marcarlos todos en cinco partidos, unos cuantos menos servirán.

El Sporting aún no es segundo, pero lo será. Sin duda. La demostración de fútbol, táctica y garra desplegada ante el Mallorca y el Lugo son el mejor sello en el pasaporte. Abelardo, como el gran Bobby Fischer en sus magistrales partidas contra Boris Spassky, mueve con soltura y maestría las piezas de sus jugadores por el tablero de los campos: hoy Isma López de mediapunta, Hugo Fraile por una banda y Jony por la otra; en la defensa, otra recomposición natural, los laterales originales -Luis Hernández y Alex Menéndez- secundan a los centrales de marca -Bernardo y Meré-; si mañana por necesidad o virtud toca nueva estrategia, el engranaje no se resiente, el juego es sólido y en la cuadrícula los movimientos de ataque y defensa son fluidos y armoniosos.

Y más si en el centro del tablero vuelve a reinar la figura de Nacho Cases, para fijar el tempo y el orden. Y aunque no marque los goles, el Sporting encuentra con más facilidad el camino del jaque mate con la batuta de sus botas. Hasta Guerrero, el rey del coraje y la brega, y a su pesar del infortunio ante la portería, halla el camino del gol. Además, los árbitros, aunque no den, al menos no quitan? tanto como antes. Ya no hay queja del martes, ahora, siempre hacia adelante.

La sexta marcha, el paso adelante necesario para dar el estirón final de camino a Primera está dado. Hay que rematarlo. Y el optimismo no se esconde, dentro de la mesura. Volvió Quini y el Zeus del Olimpo sportinguista da confianza. Nunca le faltó, ni en la adversidad. Lleva meses vaticinando que este Sporting es de Primera porque sale a ganar y los contrarios a no perder. Algo le verá el Brujo para mostrar tanta fe.

Fe, confianza y alegría. Hubo un gesto esclarecedor en el partido de Lugo. Guerrero acababa de marcar el segundo gol. Corría el minuto 24 y la televisión enfoca el banquillo gijonés: Quini y Gerardo se ríen y se abrazan - o así parece-, no trasciende si sobre la alegría del gol hay una broma o un chascarrillo que provoca las sonrisas. La escena muestra la complicidad y el buen rollo de los técnicos y los jugadores.

El Sporting aún no es segundo, pero lo será. Sin duda. Debe hacer su trabajo contra el Rácing y esperar a que el Zaragoza cumpla con su obligación ante el Girona. Si este fin de semana, huelga mediante, la partida no sale sobre el tablero, no se debe desmayar. Habrá que volver a la lucha, a la batalla. El camino está marcado y la sexta marcha puesta.

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