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Fondo Norte

El regreso de España al liderato

Fue el partido de los pequeños, de Silva, Iniesta, Pedro y Jordi Alba, en el que sólo faltó más gol

España sale de Asturias con el liderato del grupo de clasificación de la Eurocopa recuperado en un paso hacia la normalización del papel del equipo de Vicente del Bosque. El partido español fue bueno y la victoria se antoja corta, aunque volvió a quedar claro que la selección después de la marcha de Villa ha perdido gol. Costa no es capaz de integrarse en el juego de toque del equipo.

El partido, sin embargo, tuvo dos aspectos iniciales curiosos, por lo menos. El primero fue que quedó mucho papel en las taquillas del Tartiere, cuestión que tiene que hacer meditar a los responsables de la selección. El anuncio de hace días de Miguel Ángel López de que apenas quedaban entradas resultó erróneo. Poco después se avisó de que quedaban siete mil entradas y anoche, pese al empeño de TVE de esconder la circunstancia con hábiles movimientos de sus cámaras, se comprobó que había muchos asientos vacíos.

El segundo aspecto a reseñar ajeno al juego fueron los continuos pitos que recibió Piqué cada vez que tocaba el balón. Los pitos, al principio respondidos con aplausos que desaparecieron luego, fueron en aumento, aunque el jugador mostró su profesionalidad en la última jugada cuando cogió en su campo y se fue hacia el área rival en una prueba de entereza. Pero a lo largo del partido se le notó con pocas ganas de intervenir. Sus compañeros evitaron muchas veces darle el balón para evitar la pitada. Las palabras finales de Andrés Iniesta reclamando a los aficionados españoles que cuiden a Piqué sonaron a aviso de que la situación puede descontrolarse.

El partido, por lo demás, fue el partido de los pequeños. De Silva, Iniesta, Pedro y Jordi Alba, que se adueñaron del juego y encerraron a Eslovaquia en su zona. El primer gol, un precioso centro largo de Silva y un cabezazo preciso de Jordi Alba, alejó cualquier tipo de fantasma contrario a los intereses españoles. Eslovaquia demostró que ha crecido mucho y además de dibujar unos cuantos contragolpes reclamó la presencia de Iker Casillas en tres oportunidades, dos paradas y un despeje que sin duda servirán para alejar polémicas sobre la portería. Claro que la mejor oportunidad visitante vino de una absurda pérdida de balón de Sergio Ramos, pero el remate del eslovaco, solo ante el portero, se fue desviado. Fue el peor momento de España, que en el resto mandó en el juego y que rozó el gol con cierta frecuencia, pero sin acierto.

España, por cierto, no levantó nunca el balón en el área visitante. Los centros desde las bandas siempre fueron rasos, sin duda porque el cuadro técnico había estudiado las virtudes defensivas de los rivales, que cortaron decenas de balones que anunciaban peligro.

Ya al final, con el liderato asegurado por los goles, España buscó el gol con tiros lejanos, ensayados por Busquets y Cazorla, que compareció entre el jolgorio popular en lugar de un desdibujado Cesc Fábregas. España ha recuperado la normalidad y se ha colocado en el primer puesto del grupo, puesto que no debe perder bajo ningún concepto. El equipo de Del Bosque ha recuperado una normalidad que nunca tuvo que haber perdido. Le queda recuperar el gol.

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