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Exconsejero del Oviedo

Sinergias azules

El binomio Carso-afición puede ser una comunión imparable, pero es imprescindible crear unos canales de comunicación adecuados

Muchas veces me comentan mis amigos futboleros de otras ciudades e incluso países que vaya suerte que el Grupo Carso nos haya salvado al Real Oviedo. Y yo siempre les respondo lo mismo. Fue fantástico, pero la salvación comenzó mucho antes.

Quienes conocen bien la historia y la intrahistoria del Real Oviedo saben perfectamente que este club fue salvado única y exclusivamente por su afición. Inmediatamente, muchos se acordarán de la agónica y espectacular ampliación de capital de 2012 donde el mundo entero futbolístico se rindió ante esta pasión. Pero la realidad es bien distinta, la lucha comenzó antes, mucho antes.

Aunque ya en 2003 tuvimos que librar una dura batalla contra un gran rival, en inferioridad de condiciones y con la única arma del amor a unos colores yo diría que la toma de conciencia tuvo ya lugar en los últimos años 90 cuando ya se alertaba en cada Junta de Accionistas que el camino no era el adecuado y que nos la podíamos pegar.... y claro, ¡nos la pegamos! Algunos recordarán las famosas "capacidad de endeudamiento" de uno y las "purificaciones" de otro.

La llegada de Carso, la bendita llegada de Carso, surge una vez más del trabajo, del sacrificio, de la pelea de miles de azules que hicieron, hacen y harán "su parte" por su club ayer, hoy y siempre y es este el capital que el Real Oviedo no se puede permitir el lujo de dejar de lado.

En los negocios, una de las estrategias integradoras más exitosas son las llamadas estrategias win-win en la que ambas partes de la negociación consiguen crear valor y creo que en este caso podrían aplicarse también al mundo del fútbol. El binomio Carso - Afición del Real Oviedo puede ser una comunión imparable pero para ello es imprescindible crear unos canales de comunicación adecuados y constantes que eviten malos entendidos como los ocurridos recientemente.

Está fuera de toda duda que desde el primer al último oviedista con un mínimo de sentido común está encantado y agradecido por la presencia, por el trabajo, y por el apoyo económico de Arturo y su Grupo Carso (por ejemplo, sin su ayuda la negociación del convenio con organismos públicos hubiera sido más que complicada) que estamos seguros nos va a llevar a difícilmente imaginables por muchos de nosotros.

En el fútbol que yo entiendo, el aficionado quiere sentirse parte del proyecto, en su lugar, pero parte del proyecto y no unos meros clientes. Pienso que si el Grupo Carso es inteligente sabrá crear esos puentes de comunicación, de trabajo conjunto que pueden constituir un modelo a seguir para otros equipos del fútbol español dentro del modelo SAD que nos ha tocado padecer y que lo tiene arruinado. En definitiva, abrir un poco el club a los aficionados, a los medios de comunicación, a la ciudad, a la región con unas normas y reglas claras a cumplir puestas por el club y seguidas por todos.

El capital humano que existe dentro de esta afición y su nivel de implicación es desbordante y además no pide nada a cambio. Solo ver a su club cada día más arriba deportivamente, cada día más humano y volcado en su gente, en su principal pilar. ¡Su afición!

#WinWinROCF.

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