La jornada futbolística se inició anoche, antes del cambio de hora previsto para la próxima madrugada, y terminará avanzada la noche del lunes, con los relojes ya en hora, con el Athletic y el Sporting que habrán disputado tres puntos muy golosos, que decía el clásico. Un claro, quizás el que más, de canteras, por genética en el caso bilbaíno, por necesidad y por convencimiento de su entrenador, el gran timonel Abelardo. Hace ya muchos años un presidente del Athletic confesaba en la barra del desaparecido El Retiro que de saber que Maradona iba a nacer habrían traído a la madre a dar a luz en Baracaldo y poder incorporar al fenómeno argentino al club. El Athletic sólo cuenta con la cantera por criterio histórico; el Sporting ha dado bandazos en su apoyo a la cantera. Como mejor le va es con jugadores de casa en la plantilla. El inolvidable y llorado Enrique Casas confesaba que lo ideal era un equipo con ocho canteranos. Lo decía en los tiempos de los tres extranjeros. Ahora no hay límites para los fichajes de foráneos.
La jornada en Primera se abre con un apasionante Celta-Real Madrid, con el liderato en juego porque si los vigueses ganan se ponen primeros y si empatan el Barcelona podría pasar a ambos mañana. Partido crucial para el Celta, que tiene el caramelo junto a la boca. Desde los tiempos del gran Sporting ningún equipo medio jugó tan bien al fútbol como el Celta que construyó Horacio Gómez, moldeó Javier Irureta y dirigió Víctor Fernández, ahora director general de la cantera del Real Madrid. Las páginas web recuerdan estos días alguna paliza de aquel Celta a un gran Real Madrid. El partido de la sobremesa de hoy es de esos que el aficionado ha de disfrutar.
El partido es otra prueba de primer nivel para el nuevo Madrid de Rafa Benítez. Tras pasar con cierto éxito el primer gran examen, el de París del miércoles, el equipo blanco se encuentra con uno de los equipos españoles más en forma. Y Benítez sigue apuntando bajas en su cuaderno de notas, pero el técnico blanco presume de sus reservas. En trances como el de esta sobremesa es cuando se deja ver el cuajo de un equipo. Los problemas ofensivos detectados desde fuera por Ancelotti son una realidad a borrar hoy si quieren mantener el liderato. El nuevo Madrid no encaja goles, pero marca pocos porque Cristiano no vive sus mejores días de enorme rematador y el resto no cubre la falta de gol del portugués.
Este partido se juega, pero la cuestión, el asunto, el tema, damas y caballeros, señoras y señores diputados, está en el partido del lunes en un San Mamés que albergará más seguidores sportinguistas de lo que pueda parecer en un principio. La comodidad del viaje ha animado a numerosos particulares que se desplazarán al margen de los viajes organizados. La realidad anima a las buenas gentes a seguir al equipo en los viajes en los que da muchas alegrías. Tantas, que le permiten estar en la zona cómoda de la tabla porque, si fuera por el balance casero, las cosas estarían más complicadas. Dos puntos sumados de doce posibles. Pero esa es otra historia. Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿hay mejor gesto en un profesional de primer nivel que acordarse de dónde se inició?
