Egea se encontró hace tres semanas con su plantel de delanteros a pleno rendimiento. Una alegría y una preocupación a la que dar vueltas en la cama. El argentino no tiene mucha fe en el juego de Cervero, así que ariete ha quedado relegado a un segundo plano. Entres sus tres opciones restantes (Toché, Koné, Linares) inició un curioso casting dedicado a saber qué pareja encajaría mejor en su ahora sagrado 4-4-2.
Comenzó con Toché y Linares, ante el Bilbao Athletic. El murciano porfiaría en cada disputa aérea y el aragonés se aprovecharía con su olfato de los balones perdidos. No funcionó especialmente bien. En Soria, fueron Toché y Koné los elegidos. Apuesta por dos futbolistas con especial facilidad para los desmarques, un arma importante en los partidos lejos del Tartiere. No fue especialmente exitoso.
Así que en la tercera tentativa, le tocaba a Linares y Koné. Marcó el africano pero la principal contribución estuvo en el aspecto defensivo. Los dos se convirtieron en los primeros zagueros y así el equipo pudo defender más lejos del área de Esteban. Prueba superada.
