Los dos entrenadores hicieron sus alineaciones parea tener el balón, pero el Madrid no supo jugar nunca como lo hace el Barça. Conociendo el estilo de sus equipos, me da la impresión de que Benítez se dejó llevar por influencias externas, quizá de sus mismos jugadores, que querían plantear un partido más ofensivo.
Me extrañó que Benítez prescindiese de un jugador como Casemiro, que daba equilibrio al equipo y había destacado en los últimos partidos. Benítez no fue fiel a su estilo porque sus equipos nunca hicieron un juego vistoso, sino que esperaban atrás y eran muy verticales a la contra.
Luis Enrique me sorprendió con la titularidad de Rakitic porque llegaba muy justo después de la lesión. Incluso sin Messi, el Barcelona demostró que está en su mejor momento de la temporada, mientras que al Madrid le ocurrió todo lo contrario. Es extraño que un equipo que llega con todos sus titulares no sea capaz de contrarrestar al Barça ni durante un cuarto de hora.
Sólo hubo un momento de duda, en la salida después del descanso, pero duró muy poco. En seguida el Barça hizo lo que tenía que hacer, una posesión larga, y recuperó el control. El Madrid nunca actuó como equipo, sus jugadores presionaron individualmente y llegaron tarde.
El Barça volvió a ser un equipo valiente, para mi gusto a veces excesivamente arriesgado. Pero con ese estilo siempre encontró un jugador libre porque aprovecha sus automatismos. El 0-4 es un buen ejemplo del instinto de un jugador como Jordi Alba, que se sitúa de falso 9 para dar el pase de gol. Este clásico no deja muy tocado solo a Benítez, sino a todos los jugadores del Madrid.
