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Y el año aún no ha terminado

De Ancelotti a Cheryshev, el 2015 madridista queda marcado por los sobresaltos

No le va a resultar sencillo a Florentino Pérez pasar página de lo ocurrido en este 2015 que el Real Madrid va a cerrar sin títulos y con su presidente ofreciendo incongruentes ruedas de prensa que ni pergeñadas por su peor enemigo, aunque las flechas apunten a su director general, José Ángel Sánchez, como el instigador de las mismas. Al Madrid le han crecido los enanos a lo largo del año, como perseguido por alguna maldición lanzada por Carlo Ancelotti tras su destitución. Por orden, y tras la salida del italiano, se produjo la despedida de Iker Casillas sin nadie del club que le respaldara en su adiós -"Se va porque ha querido", dijo al día siguiente Florentino, empujado a otro paripé como el del pasado jueves-; la polémica con Sergio Ramos en la que el defensa salió triunfante con un nuevo y supermillonario contrato; el frustrado fichaje de De Gea por culpa de un fax remitido a destiempo; el consiguiente ridículo en el repescaje de un Keylor Navas que ya tenía las maletas hechas para viajar a Manchester y que tras ser utilizado como moneda de cambio ha terminado siendo el jugador más relevante del equipo blanco; la polémica con los servicios médicos del club a cuenta de la plaga de lesiones musculares que está afectando a la plantilla; los asuntos de Benzema con la justicia francesa por el presunto chantaje con un video sexual a su compañero de selección Valbuena; el varapalo deportivo que supuso el 0-4 ante el Barcelona en el Bernabeu y el esperpento máximo de la "Cherygota" gaditana del pasado miércoles en la Copa del Rey.

No queda claro qué es más doloroso para el madridismo, si la derrota en el campo ante el Barça o el ridículo copero en los despachos. En todo caso, el 2015 merengue queda marcado por los sobresaltos. Y aún no ha terminado. Ayer, por si todo lo anterior fuera poco, las acciones de ACS, la constructora de la que Florentino Pérez es el máximo accionista, se dejaba un 3,5% en Bolsa después de que un fondo de inversión cuestionara sus cuentas. ACS ya ha puesto a su servicio jurídico a trabajar en la tema. Habrá que esperar que sus argumentos sean más firmes que los del Madrid con Cheryshev.

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