El Real Oviedo juega este domingo en un campo del que se piensa que es más bien pequeño, con instalaciones antiguas. Pero realmente no es del todo así; el salto al mundo profesional, aunque ya en Segunda B funcionaba como tal aunque con pocos medios, les ha permitido mejorar considerablemente sus instalaciones y las medidas del terreno de juego, a pesar de lo que pueda parecer, son las mismas que las del Carlos Tartiere, incluso un poco más ancho: 105x69. Eso sí, se sigue notando el aliento del público por la cercanía de las gradas al césped.

Lo primero que nos llama la atención en este equipo es su sistema de juego (dos líneas de tres y un rombo en ataque, mucho más marcado en su casa). Si tratamos de acomodarlo a alguno de los homologados, vemos que no es fácil encontrarle el adecuado, por eso debemos salirnos del guion establecido para ello y hablar de un 1-3-3-3-1 o de un 1-3-3-4. Al fin y al cabo, lo más importante no es el nombre que le demos al sistema, sino que cumpla con tres premisas fundamentales: 1- Que los jugadores elegidos se adapten a la idea o estilo de juego propuesto. 2- Que la ocupación del terreno de juego sea racional y equilibrada; es decir, que el planteamiento tenga una lógica en su desarrollo. 3- Que los jugadores sean disciplinados, crean y estén convencidos de que esa forma de jugar es la mejor. Si esta última premisa no se cumple, podemos darle vueltas, inventar y rezar para que salga bien, pero lo más probable es que el rendimiento no sea el esperado. Es evidente que el sistema utilizado por el Mirandés no solo tiene sentido y permite un posicionamiento ordenado, sino que además los jugadores se han identificado plenamente con esta disposición táctica.

Esto ha sido clave para que, a pesar de su irregularidad en los resultados, estén bien situados en la tabla, en una zona cómoda y a tiro de piedra de la parte alta, a sólo un punto del Real Oviedo, y siendo un equipo con menos medios económicos que muchos de los que están por debajo. En su casa solo ha perdido un partido y empatado cuatro, pero su rendimiento es hasta ahora muy parecido lejos de Anduva.

Aunque a primera vista parezca una forma de jugar arriesgada, hay que tener en cuenta que forman dos primeras líneas de tres jugadores, que les permite mantener un equilibrio y un control defensivo importante, con seis jugadores siempre colocados en disposición de destruir el ataque rival. Una de las principales características de este Mirandés es la capacidad de algunos jugadores para cambiar sobre la marcha su labor sobre el campo en función de la zona que estén ocupando. Por poner un ejemplo, Kijera tan pronto ejerce como lateral izquierdo que como pivote y así pasa también con otros. Además, esta forma de juego requiere constantes permutas que permitan al bloque no tener fisuras, para lo que hay que contar con futbolistas trabajadores, algo que ha tenido el club como seña de identidad desde que ascendió a Segunda División.

Destaca el derroche físico y la sincronización de su línea de medio campo, tanto en ataque como en defensa. En ataque, la superioridad numérica que generan en esa zona, con tres pivotes más el media punta, les permite situar a los "carrileros" como extremos de manera casi constante, convirtiéndolos en jugadores más ofensivos que defensivos. En defensa, sus basculaciones, permiten mantener un equilibrio, incluso cuando sus hombres de banda quedan desbordados.

En definitiva, su posicionamiento les facilita acumular jugadores por dentro, siendo más fuertes en esa zona y, como es lógico, sufren más con aquellos equipos que utilizan el juego por las bandas, y con cambios de orientación rápidos de un lado a otro.

Un análisis de su plantilla nos permite ver jugadores muy correctos en todas sus líneas, sin nombres que sobresalgan y acostumbrados a batallar en Segunda y Segunda B. Desde su portero Raúl, criado en Lezama, de gran envergadura (1,95) y buenas facultades que ha jugado todo en Copa y Liga, hasta su punta más en forma, Lago Junior, que se ha destapado como goleador, con 6 tantos. Son peligrosos en estrategia y han marcado varios goles de córner y de falta, principalmente en saque a pierna cambiada.