Bernardo se destapa en la espléndida entrevista con Ángel Cabranes en páginas anteriores como un portavoz autorizado de la doctrina abelardiana, que es la válida para estos tiempos del Sporting. Bernardo, líder en el campo, se muestra como líder fuera del campo y ofrece un baño de sensatez y de conocimientos futbolísticos que debería ser tenido muy cuenta por compañeros de vestuarios y colegas del entorno rojiblanco. La valoración del central colombiano sobre la situación de Juan Muñiz y Hugo Fraile y sobre la salida y regreso de Dani Ndi en la plantilla es de una claridad que nadie debería de ignorar. El club, por lo que se lee, haría bien en hacer un esfuerzo para quedarse con un futbolista que se ha convertido en el líder en el terreno de juego y fuera de él. No hay futbolistas que sean capaces de ejercer ambos lideratos con la rotundidad del rojiblanco. Predica de forma ejemplar la doctrina abelardiana, sin un gramo de peloteo o servilismo. Y le digo a usted, señor de guardia.
Las reflexiones de Bernardo llegan, además, en días curiosos por las situaciones que viven grandes clubes. El Real Madrid, que ha llamado a Gento para suceder en la presidencia de honor a Di Stéfano, elección acertada dicho sea de paso, está tan ayuno de liderazgo en el vestuario que un comentario en broma del entrenador al presidente se convierte en eje de la actualidad. "Estamos rodeados", dijo Benítez a Florentino Pérez en la mesa del almuerzo navideño del club. Una ligera broma a la vista del alud de cámaras que no se merecía una línea en una croniquilla se convierte en titulares objeto de análisis de sesudos tertulianos.
La situación de Benítez pasa hoy un nuevo análisis ante el desconcertante Rayo Vallecano de Paco Jémez. El Rayo ya provocó en su día un vacío en el banquillo blanco por una victoria suya en el Bernabéu que le costó el puesto nada menos que a Jorge Valdano, campeón de Liga la temporada anterior. El nuevo examen puede coincidir con el anuncio de Pep Chanel Guardiola de que no seguirá en el Bayern, adonde se dará por hecho que se irá Carlo Ancelotti, que confirmará así que lo suyo es ocupar los banquillos del primer nivel europeo.
Pero lo mejor de todo, damas y caballeros, señoras y señores diputados, es el aviso de que es inminente el fichaje de Mourinho y de Las Alas Pumariño por la Roma. Es nada menos que el próximo rival europeo de un Real Madrid sometido a una permanente tormenta. Como dice el tópico, el morbo está servido. Las buenas costumbres, siempre; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿sirve alguien para entrenar al Real Madrid? Pues eso.
