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El Oviedo de Egea cree en lo que hace

A los 90 y pico minutos de juego, Font se lanzó al suelo para lanzar un balón sin dueño a saque de banda. Héctor, el talentoso media punta que se expresa a base de dos toques (nunca uno de más, eso es redundante) demostraba en esa acción que el mensaje ha llegado. El Oviedo de Egea compite, cree en lo que hace, aunque la estrategia dé muchas veces la impresión de ser improvisada. Estar tan cerca de la cima ha hecho que aligere el paso. Ya no da pasitos, ahora son zancadas. Los de Egea se han acostumbrado a sumar usando diferentes registros. Un día son equipo de dominio y pelota; a la semana defienden con orden y salen a la contra. Casi siempre se apoyan en el balón parado para mostrarse más fieros. El gran mérito de Egea hasta la fecha ha sido el de sumar habitualmente en el camino a la identidad que quiere para su equipo. Como si el Oviedo aún no fuera perfecto pero en busca de esa plenitud se hubiera acostumbrado a noquear rivales. Bendita rutina.

Defensa, orden y pólvora

En realidad, si se piensa con calma, el sistema tiene su lógica. El gol es lo más demandado en el mercado, el Santo Grial de los ojeadores y directores deportivos; y el Oviedo dispone de él en cantidades industriales. Tiene cuatro delanteros especialistas en buscar rendijas en las metas rivales pero además a Susaeta y Valle también les llama todo lo relacionado con el gol. Asegurada la pegada, el equipo ha entendido que la clave del crecimiento era defender. Ése ha sido el gran cambio desde los dos primeros meses de campeonato, cuando el equipo se pasaba de la valentía a la temeridad. Ahora, Esteban vive más tranquilo. Y cuando alfo falla, ahí está para evitar problemas.

Impuesto al colista

Llegaba el Almería colista, decepción de la temporada, con esperanzas de que un escenario con solera como el Tartiere levantara la moral. Hay victorias efervescentes. Durante los 10 primeros minutos de partido los andaluces hicieron todo bien: presión alta, profundidad en las alas y pelota rápida a ras de suelo. Le sirvió para cercar la puerta de Esteban e incluso de disponer de un remate claro de Soriano que el avilesino detuvo en el último instante. El Oviedo cogió aire por primera vez en una jugada trenzada que acabó en córner. Y de ese lanzamiento llegó el gol de Toché. Así, sin acumular méritos porque el fútbol es una cuestión de detalles y las dinámicas también pesan. Los colistas, además, siempre soportan impuestos más gravosos que el resto. La reacción inmediata al gol sirvió para dibujar el panorama que se vive en Almería: discusiones entre sus futbolistas, gestos desde el banquillo y un cántico con mensaje desde la grada ocupada por seguidores visitantes: "Esta camiseta no la merecéis". El manual del perfecto colista.

Toché, futbolista

En una rueda de reconocimiento en la que se tratara de identificar al futbolista muy pocos señalarían a Toché en una muestra aleatoria de, pongamos, cinco individuos. A estas alturas parece claro que el murciano es mucho mejor futbolista que lo que aparenta. Es uno de esos delanteros supervivientes, capaz de construir una carrera adaptándose a las circunstancias de cada momento. Lo mismo te remata un córner, que se luce con un control en carrera o define con maestría. Todo sea por mantener su lugar en el campo, objetivo por el que lucha cada domingo. Cada gol concede a Toché una vida extra en la complicada partida por la titularidad.

El Tartiere al rescate

Sin llegar a decepción, la actitud del Tartiere desde el principio de temporada sí ha sido algo descafeinada. Como si el ascenso hubiera liberado a la gente de una pesada losa y necesitara un poco de aire para hacerse al nuevo escenario. El estadio había dejado de rugir con fiereza para pasar a una actitud más dócil, menos reivindicativa que en la etapa del barro. Se entiende la relajación inicial. Pero la escalada en la tabla de los de Egea ha ido, poco a poco, recuperando al mejor Tartiere. No hay nada como los resultados para que la gente se identifique con un proyecto. Ayer, el municipal ovetense presentó la mejor entrada de la temporada; más de 14.000 espectadores según los siempre peligrosos cálculos de los sobrecargados tornos. Pero además, la gente estuvo enchufada especialmente, consciente de que el último esfuerzo del año traería premio. Entre las novedades más acertadas de esta temporada es ese abucheo estilo "british" que ha ido sustituyendo a la universal pitada o al muy español insulto.

La segunda unidad

Como la crítica constructiva ha tenido grandes resultados hasta ahora, avancemos en el tema. El siguiente paso en la mejora de los azules debe ser cerrar los partidos con más eficacia. Egea suele acertar a la hora de elegir las piezas de repuesto, los especialistas en las segundas partes. Ayer Font participó del fútbol de control y Aguirre se hizo profundo en la izquierda. Cervero sirvió para caldear los ánimos y ganar alguna disputa. Pero el equipo debe hacer más daño a la contra. Tiene velocidad (Aguirre y Koné, por ejemplo), lanzadores (Font y Susaeta) y gol de sobra (los delanteros principalmente), sin embargo le cuesta hacer goles cuando el rival se vuelca. Ayer pudo acabar con el sufrimiento antes del final si Aguirre o Toché hubieran tenido algo más de acierto, Parece, en todo caso, una cuestión de precisión.

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