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Orden, defensa y Toché

El fútbol son goles. Manual de tópicos del mundo del balón, capítulo 1. El slogan usado tantas veces por Sergio Egea empieza a calar en sus colegas de banquillo. Se ha convertido en una especie de pretexto para justificar las victorias azules. "El Oviedo no necesita jugar bien para marcar", suelen decir los entrenadores rivales. Vaya en su descargo que no lanzan la reflexión como crítica, sino como alabanza a la plantilla azul. El Oviedo tiene sobredosis de gol y el entrenador ha sabido armar un sistema que explota estas condiciones. El 4-4-2 es la excusa para tener varias camisetas azules en el área contraria. Los de Egea suelen perder la batalla del medio del campo (mera cuestión numérica: Morán, Diamanka y Dorca contra Erice y Vila / Rivera), pero cuando se acerca al área rival, las pulsaciones se disparan. El Oviedo tiene el bien más preciado del fútbol actual, el gol, y su sistema se ha ido afilando en torno a esta idea. La mejora pasaba por la defensa, línea endeble al comienzo de campeonato que ha madurado a un ritmo vertiginoso.

Toché economiza esfuerzos

Empecemos por lo de arriba. Toché, por ejemplo, es un buen ejemplo de la capacidad anotadora de este equipo. Todo movimiento que hace es una aproximación al gol. Aunque a veces emplee gestos poco estéticos, algo atropellados. Lo suyo tiene que ver más bien con la efectividad. A los 42 minutos Koné cedió al corazón del área y Toché volvió a llegar puntual a la cita. Con un movimiento que patentó en su día Julio Salinas, acertó con la meta rival. Tocó lo justo para que entrara, como si intentara economizar esfuerzos. Toché, con sus aires desgarbados, se ha convertido en el máximo exponente del Oviedo de Egea. Solo pide media oportunidad para depositar el balón en la red. La forma de hacerlo ya se le ocurrirá por el camino.

Más que goles

Koné tiene otro estilo. Tiene condiciones atléticas y una destreza natural para conducir la pelota. En su repertorio destaca el primer control, aunque esté de espaldas al rival. Ese primer toque siempre le concede ventaja, como un velocista especialista en las salidas. Koné debe cambiar ahora de publicista. Se le vende como rematador y es algo más que eso. Juega, da salida al juego, pelea y asiste. Ayer dio un nuevo pase de gol. Koné es, de momento, clave en el juego de Egea sin haber mostrado su virtud más anunciada: el remate. Él dice que sigue cogiéndole el punto a la temporada?

La mejora estaba atrás

Dejemos la delantera por un momento, constatado que es la línea que mejor funciona del Oviedo. Si los de Egea han pasado en pocas semanas de un equipo que aspira a merodear la zona de play-off a un serio candidato al ascenso es porque ha sabido crecer en otras facetas. La defensiva, principalmente. Fijémonos por un momento en David Fernández. Ayer, a los 85 minutos de juego, al central le llegó un balón no demasiado sencillo de controlar. Solventó la situación con un control de tacón y una apertura precisa a la banda. "Iceman", como le llaman (el hombre de hielo) nunca muestra dudas. Después de 20 jornadas disputadas quizás es el momento de empezar a decir claramente que David Fernández es uno de los tres mejores centrales de Segunda División. No suele cometer fallos, va fuerte (aunque noble) al corte y es pulcro con el balón. Estamos ante un futbolista camaleónico, capaz de adaptarse al ambiente: cuanta más exigencia haya, mayor será su rendimiento. Era bueno en Segunda B y es excelente en Segunda. Que siga subiendo escalones.

El Zaragoza y las urgencias

El Zaragoza tiene cosas del Oviedo de los últimos años. Compite en Segunda con la sensación de que no es su lugar. Juega con urgencias, como si se estuviera perdiendo algo importante en otro sitio. En Primera, se entiende. Le acompaña la historia (arma de doble filo) y una masa social fiel (peligroso en los malos momentos). Tiene un equipo para estar en el pelotón de los aspirantes pero poco más. El pasado verano cambió a Borja Bastón y William (29 goles entre ambos) por Ortuño (residencia: fuera de juego) y Ángel, sancionado ayer. El cambio es drástico. Además ha perdido a Jaime Romero toda la temporada por lesión y Pedro parece ausente. Con dos centrales magníficos, a los de Carreras les falta lo que le sobra al Oviedo: algo de Koné, una pizca de Toché. Y ya saben que el fútbol son goles, dicen los expertos.

Los laterales como solución

Los laterales suelen ser tipos incomprendidos. Nadie espera que el partido se decida por una acción del lateral. Por eso, cuando se integran en el ataque son elementos imprevistos, difíciles de detectar y contra los que hay difícil solución. Desde el comienzo de la temporada, Egea ha apostado por laterales en campo contrario. Peña tiene 32 años y el fondo físico de un veinteañero. Johannesson tiene 22 y el temple de un veterano. Ambos son decisivos en el buen momento del Oviedo. Ofrecen salida cuando las vías se cierran por dentro y son una amenaza constante a la defensa rival. Especialmente cuando los extremos no ayudan. Así sucedió ayer. Johannesson y Peña merecen salir en la lista de destacados cada fin de semana. Aunque los focos se centren principalmente en otros.

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