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El camino a seguir

Tras los malos resultados de las últimas jornadas, la visita del Atlético de Madrid resultaba de máxima complicación, pues es un equipo duro y rocoso, al que es difícil hacerle goles y que sale muy rápido al contragolpe. Sin embargo, el Sporting hizo un gran partido. Sin ninguna duda, el mejor de la temporada. Y ganó merecidamente.

En la primera parte el Sporting llevó el peso del partido pero sin crear peligro, pues el Atlético de Madrid se defendía con mucho orden y sin pasar ningún apuro.

En una falta inexistente al borde del área, Griezmann metió el balón por la escuadra e hizo el 0-1. El Atlético de Madrid ya no volvió a tirar a la puerta de Cuéllar.

Mal se ponía el partido, pues los nervios podían empezar a aparecer. Pero, tras el descanso, el Sporting echó el resto y los colchoneros se fueron echando cada vez más atrás y poco a poco fueron llegando las ocasiones, hasta que Sanabria hizo el empate en una falta al borde del área. Lo mejor estaba por llegar, con un Sporting desatado y un Atlético de Madrid desorientado ante el empuje local. En el minuto 89 se produjo la mejor jugada del partido, en la que Isma López metió un gran balón a Jony que ganó la espalda en velocidad a su defensor y le puso el tanto en bandeja a Castro, que remató de cerca y a placer.

La locura se desató en El Molinón, pues pienso que pocos podían creer lo que estaban viendo. Y el resultado fue corto, porque el Sporting tiró dos veces al poste y mereció más goles.

La clave del partido fue que el equipo volvió a recuperar la esencia de sus virtudes: presión, concentración y "morder" al rival. Esta vez el Atlético de Madrid sufrió de su propia medicina.

Fue importante jugar con tres centrocampistas pues creo que es como el equipo se desenvuelve mejor y así evita el desequilibrio que se produce muchas veces en el medio campo, donde es habitual la superioridad del rival: quien controla esa parte del campo domina el partido.

Lo que está claro es que si el Sporting es capaz de jugar así los partidos que faltan la salvación es posible. El partido ante el Atlético de Madrid nos ha mostrado el camino.

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