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Exjugador | del Barcelona

El insólito desorden del Barça

El equipo más organizado de la Liga no tuvo ayer la firmeza de costumbre

Si hubiera que elegir al equipo más organizado de la Liga española, ése sería seguramente el Barcelona. En el último tramo del partido de ayer, no obstante, a los azulgrana les abandonó de pronto la firmeza de otras ocasiones y esa media hora de desorden les hizo sucumbir ante la extraordinaria pegada del Madrid. Incluso llegó un momento, en ese desenlace pleno de emoción e incertidumbre, en el que tal parecía que era el Barcelona y no el Madrid el equipo que se había quedado con diez jugadores. Al final, los blancos ganan prestigio y refuerzan su moral de cara al único objetivo que les queda, la Copa de Europa, con una victoria que bien puede considerarse justa, teniendo en cuenta que los porteros no tuvieron que intervenir demasiado, que el Madrid hizo alarde de eficacia y que el Barça tuvo arriba menos acierto que los blancos, sobre todo en la oportunidad de la que dispuso al inicio Luis Suárez.

Este "clásico" que venía sin puntos clave para la clasificación no decepcionó en emoción, en intensidad, en incertidumbre. Fue bonito, entretenido. Sucede siempre que se enfrentan dos plantillas de la enorme calidad de éstas. El control fue al principio azulgrana, pero el Madrid demostró desde muy pronto que no necesita grandes alardes futbolísticos para generar situaciones de mucho peligro, que tiene delanteros capaces de resolver con mucha facilidad y de hacer daño en prácticamente cualquier contraataque.

En la última media hora, el final del Barcelona resultó un tanto decepcionante en cuanto a esa desorganización en defensa. Casi parecía que no se conocieran entre ellos. Es cierto que tampoco resulta fácil en ninguna circunstancia controlar a atacantes de la calidad de los que tiene el Madrid, pero pienso que ayer el Barcelona no tuvo la firmeza a la que nos tiene acostumbrados. De eso se aprovechó Cristiano Ronaldo para culminar en el gol de la victoria blanca un muy buen envío de Gareth Bale.

Precisamente me gustaría resaltar el importante trabajo del galés. Fue él quien movió a los suyos en determinados momentos importantes, era el que aparecía cuando parecía que el Madrid estaba más apagado. Para un equipo como el blanco, en definitiva, conseguir un triunfo en el campo del gran rival siempre supone un aliciente que va más allá de lo que haya en juego. Además, les vendrá muy bien desde el punto de vista anímico para centrarse en el gran objetivo europeo.

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