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Ganar como sea

El partido contra el Celta se presentaba muy difícil, pues es un equipo que está luchando por entrar en la Liga Europa y practica un buen fútbol, a base de presión al rival para recuperar pronto el balón y tener la posesión el mayor tiempo posible. Es decir, viene a ser un Barcelona en pequeño, pues no tiene tanta calidad.

Ante esto, el Sporting planteó un partido de lucha y entrega, pero sin dominar el centro del campo, que es donde se cuece el mando del partido. Una vez más, no se contó con tres centrocampistas específicos, intentado crear peligro por las bandas, aunque la derecha no cuenta con jugadores rápidos ni incisivos y la izquierda solo funcionó hasta que a Jony se le acabó la gasolina, pues si ayuda mucho en defensa, luego, a la hora de atacar, le falta frescura.

El Sporting estuvo demasiado replegado, concediendo muchos metros al rival; el Celta jugó muy ofensivo, con cuatro delanteros, con Orellana creando mucho desconcierto.

Fue una pena, porque el Sporting, de haber tenido un poco de fortuna, pudo haber empatado.

Creo que hay que mejorar los saques de córner y de faltas laterales, es decir, jugadas de estrategia muy importantes, pues ya no es que no se cree peligro, sino que, en muchas ocasiones, los córner ni tan siquiera cogen altura, y en las faltas, o no llegan, o se pasan de largo.

Ahora sólo queda olvidar el resultado e intentar ganar, como sea el siguiente partido, pues la salvación es posible.

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