Con trayectorias absolutamente opuestas durante la temporada, el rival del Real Oviedo esta jornada pende de un hilo en la clasificación para no perder la categoría. A la U. E. Llagostera, que el año pasado hizo una gran campaña teniendo en cuenta su potencial, le ha podido el ritmo de Segunda en la actual. Y es que tarde o temprano las diferencias en medios humanos, pero sobre todo materiales, acaban pasando factura a los equipos más modestos. Pese a estar sentenciados en las quinielas del principio de temporada por muchos, su rigor táctico y su pelea de cada domingo les han hecho competir dignamente, hasta el punto de hacer resultados sorprendentes, sobre todo en su propio campo; pero su enorme falta de eficacia fuera les ha lastrado en exceso.
El partido de mañana es de vital importancia para ambos conjuntos: los catalanes se aferran a él como a una final, casi como su último cartucho, motivo que, unido a su trayectoria en casa les puede convertir en un serio rival, a pesar de parecer el más asequible de cuantos le quedan al club carbayón. Vistos sus números es muy difícil que pueda lograr la proeza de mantenerse, pero sin duda podrán dar más de un susto de aquí al final. Así pues, sería importante no hacer concesiones a la confianza y menos donde los rivales muestran sus mejores armas.
Su once titular ha sufrido muchas variaciones durante toda la temporada, pero ni eso ni los refuerzos en el mercado invernal han conseguido enderezar el rumbo del equipo. Pueden presentar diferentes combinaciones, hasta el punto de tener hasta 6 jugadores para poder jugar como extremos. La lesión de Marcos Tébar el pasado domingo le hace ser duda para este partido y sería su baja más importante, ya que ha sido un fijo en el eje del centro del campo desde su llegada a mitad de liga.
Esto obligaría a Oriol Alsina a recomponer esa parcela adelantando a uno de sus centrales. También en los laterales modifican la alineación en ocasiones, muchas veces teniendo en cuenta no solo al rival si no también si el partido se disputa fuera o en casa. Por tanto no se puede decir que sea un equipo en el que hay muchos puestos indiscutibles, algo que su técnico utiliza para mantener enchufada a toda la plantilla.
Caracterizados por practicar un fútbol práctico, sin especulaciones y buscando la profundidad en el ataque con rapidez, bien con conducciones, pases verticales o desplazamientos largos, intentando así darle velocidad a su juego. Si se ponen por delante en el marcador son muy incómodos y cierran espacios saliendo con decisión en los contraataques. En sus llegadas al área incorporan muchos jugadores en primera y segunda línea, ejerciendo presión si no consiguen finalizar rápido las jugadas.
También destacan por su eficacia en las estrategias, ya sea con saques de banda largos, córners o faltas, donde tienen a especialistas como Pitu, con un gran golpeo a balón parado. De hecho es este un campo donde se han conseguido muchos goles de esa forma.
El portero René ha sido de los que más minutos ha disputado. En defensa en los últimos encuentros han jugado con Edu Oriol por la derecha y Samuel por la izquierda, ambos con mucho recorrido y que no dudan en incorporarse al ataque. En el centro de la defensa Tito y Chus Herrero parecen los más probables y más teniendo en cuenta que es posible que Escassi adelante su posición al centro del campo haciendo pareja con Pitu (que puede ser duda al estar con molestias), siempre que Marcos Tébar no consiga recuperarse de su lesión. En las bandas, como ya había comentado, tienen diferentes soluciones y Fofo con su calidad y la regularidad de Ríos pueden hacerles jugar desde el inicio. En punta de ataque, Juanjo Expósito, trabajador, siempre un incordio entre líneas, y Natalio, más dinámico y veloz, se perfilan como titulares.
