Las previsiones de que las autoridades arbitrales iban a premiar al indigno Álvarez Izquierdo de Getafe se han cumplido, como se cumplieron en su día las previsiones sucesorias. Un repaso a la lista de designaciones para los partidos del próximo fin de semana basta para confirmar los temores: el catalán vuelve a pitar, como vuelve a pitar Clos Gómez, el autor de la masacre rojiblanca en Barcelona. Ni una sorpresa, damas y caballeros, señoras y señores diputados.
Como tampoco es ninguna sorpresa que ya no queden entradas para el partido del domingo en el Anfield del Piles. Los admirables seguidores rojiblancos no quieren perderse la fiesta porque confían en la victoria de la chavalería abelardiana sobre el Villarreal del gran Marcelino y, sobre todo, confían en que el Betis impida la victoria del Getafe en el Villamarín, escenario de la primera fiesta del ascenso va a hacer ahora un año.
El gran timonel, que conoce como nadie el terreno que pisa, ha montado las vísperas ideales con un ensayo general con todo. El entrenamiento a puertas abiertas de la tarde del sábado en El Molinón es un golpe de efecto que agradecerá la plantilla y que será todo un aviso de las intenciones festivas que se albergan en el seno del club. Una buena y sabia decisión que va a convertir el estadio en sede de dos fiestas seguidas, las de sábado y domingo.
La mejor Liga del mundo anda afectada aún por la improvisación y cierta falta de criterio. Los cambios de horarios de última hora, con los inconvenientes que provocan en los aficionados que van a los campos, son la prueba de esos defectos. Como lo son los apoyos que anuncia Tebas a Villar para que éste acceda a la presidencia de la UEFA mientras que en la Federación Española lo quiere poco menos que lapidar. No se entienden esos apoyos condicionados al organismo que el exfutbolista vasco quiere presidir. Misterios de la alta política futbolística.
Misterios también en los planes de preparación de los dos equipos que aún aspiran a la Liga, el Barcelona y Real Madrid, cuyos dos entrenadores, Luis Enrique y Zinedine Zidane, han dado dos días de vacaciones a sus plantillas. Se ve que a estas alturas es más necesario el descanso que el ejercicio. Al partido final de la Liga ambos tienen que añadir una final, la de Copa del Rey, el Barcelona, y la de la Liga de Campeones, el Real Madrid. Quienes con la boca pequeña han criticado que el Sporting descansara ayer se han quedado sin razones para tal valoración negativa del cuadro técnico rojiblanco.
La semana previa a los dos partidos más cruciales de la temporada para los intereses rojiblancos avanza en un ambiente de esperanza y de serenidad. No hay equipo en España que reciba el apoyo popular del Sporting y no hay afición que espere con tal ilusión como la que en estos días vive la rojiblanca. El partido del Anfield del Piles es crucial, como lo es el del Villamarín. En ese ambiente de ilusión las buenas costumbres han de mantenerse; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿es cierto que los dos ocupantes de un furgón amarillo fueron vistos en la localidad de Dos Hermanas (Sevilla) buscando alojamiento donde esperar al domingo?
