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Antonio Rico

Fútbol es fútbol

Antonio Rico

Alguien llama a su puerta

Mientras escribo este artículo decido no contestar a ninguna llamada de teléfono porque, como es el último "Fútbol es fútbol" de la temporada, quiero dejar buen sabor de boca en los lectores y concentrarme sólo en la escritura. Mi hermano Nacho me llama para darme un recado importante pero, como mi teléfono está apagado, se acerca hasta mi casa y toca el timbre varias veces, hasta que no que me queda otro remedio que dejar de escribir y levantarme de la silla. Cuando lo hago, tropiezo con la esquina de la mesa, pierdo el equilibrio y, al intentar agarrarme a algo, doy un manotazo a la taza de café, que cae al suelo rompiéndose en quinientos veintisiete trocitos. Mi hermano sigue tocando el puñetero timbre. He roto la taza. He tirado el café. Me he hecho daño en el muslo con la esquina de la mesa. He perdido el hilo del artículo. Y cuando abro la puerta mi hermano me echa la bronca por tardar tanto. Discutimos. Mi hermano se larga, muy enfadado. Le sigo. Cojeando. No lo puedo alcanzar, pero como no estoy de humor me quedo en el bar de la esquina sin importarme que el café derramado sobre la alfombra forme un ecosistema que quizás permita el surgimiento de una minúscula civilización a mis pies. El camarero me sirve "lo de siempre", pero yo no quiero "lo de siempre". ¿Acaso pedir siempre lo mismo a lo largo de varios años significa que siempre pediré lo mismo por los siglos de los siglos? Pues no, joder. Hoy no quiero una puñetera cerveza, sino un puñetero vino de Cangas. Porque sí. Porque me da la gana. El camarero dice que no tiene vino de Cangas, pero que tiene vino de Rioja, y que todos los vinos son iguales. Me acuerdo del anuncio de cerveza que protagoniza Luis Tosar y me apetece hervir al camarero en salsa de menta mientras le obligo a escuchar canciones de El Fary. No lo hago. ¿Saben por qué? Porque sé que al camarero del bar de la esquina le gusta mucho El Fary, así que escuchar canciones de El Fary mientras hierve en salsa de menta no le molestaría demasiado. ¿Y por qué en el bar de la esquina no hay vino de Cangas? El camarero se mosquea y llama por teléfono a su primo, que trabaja en un supermercado, y le pide que le lleve inmediatamente una botella de vino de Cangas para un cliente imbécil, ese soy yo, que está montando un espectáculo en el bar. El primo del camarero dice que no puede ir porque en ese momento está trabajando, pero envía a un compañero con la dichosa botella de vino de Cangas. Quiere llegar lo antes posible, así que cruza un paso de peatones con el semáforo en rojo, un coche tiene que pegar un frenazo, el conductor del coche baja la ventanilla y manda a la mierda al primo del camarero del bar de la esquina que lleva una botella de vino de Cangas para que un servidor se tranquilice y deje de molestar a los demás clientes, el primo le reta a que salga del coche y se lo diga a la cara, el conductor acepta el reto y sale del coche, al salir se le cae la cartera, en la cartera está su carnet de socio de Sporting, mientras el conductor y el primo del camarero se dicen de todo un tipo pasa por allí y se lleva la cartera con el carnet de socio del Sporting del conductor, y se queda con el carnet (y con la pasta), y el domingo va a "El Molinón" a ver el decisivo partido Sporting-Villarreal, y como nunca va al fútbol, está tan emocionado que le da un ataque de ansiedad, se forma un pequeño barullo a su alrededor, y entonces Halilovic se da cuenta y detiene su carrera en el calentamiento para observar lo que ocurre en la grada. No es nada. Todo queda en un susto. Halilovic reanuda el calentamiento, pero? todo ha cambiado. Nada será como iba a ser antes de que Halilovic se detuviera para mirar a los aficionados de "El Molinón" que atendían al tipo que se quedó con el carnet del Sporting de un conductor que discutía con el primo de un camarero que estaba harto (el camarero, no el primo) de soportar las quejas de otro tipo que salió de casa con un golpe en el muslo que se dio contra la mesa cuando se levantaba a abrir la puerta porque su hermano quería darle un recado.

El descenso a Segunda División y el título de Liga pueden depender de usted. ¿Qué? ¿Se levanta a abrir la puerta, o no?

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