Finalizó la competición en Tercera con el desenlace esperado en lo que a puestos de promoción se refiere. Se clasificaron los tres que habían descendido de Segunda B, junto con el Caudal, que hace dos temporadas militaba en la categoría de bronce. Campeón se proclamó el Caudal, que demostró una gran superioridad sobre el resto, con sólo dos derrotas y ocho puntos de ventaja sobre el segundo, siendo además el menos goleado con doce tantos, batiendo el récord de menos goles encajados en Tercera, así como su propio récord de puntos, que dejó en 98.
Segundo y tercero fueron Langreo y Avilés, que también demostraron mucha superioridad al haber conseguido su clasificación a falta de varias jornadas para el final, siendo el conjunto de Hernán, con 96 goles, el más anotador. Más complicada tuvo su entrada en promoción el Marino, que hubo de esperar a la última jornada para lograrlo y al final lo consiguió más por deméritos de sus rivales que por méritos propios, pues quedó a treinta puntos del líder cuando en un principio partía como uno de los favoritos para disputar el campeonato. En esta parte de arriba la revelación fue el Colunga, que, en su primera temporada en la categoría, estuvo durante varias jornadas en promoción y hasta la última tuvo opciones de entrar en ella y al final se quedó a dos puntos.
Por abajo tampoco hubo sorpresas. El Roces quedó colista, algo esperado después de que varios futbolistas abandonasen el club en plena competición, siendo sus compañeros de viaje a la Preferente Astur e Industrial. Además de estos tres, también pierde la categoría el Urraca arrastrado por el descenso del Sporting B, aunque en el caso de los de Posada de Llanes quedan a expensas de algún ascenso de los que juegan la promoción para recuperarla. El Urraca fue la sorpresa negativa, ya que partía con el objetivo de estar luchando por las primeras posiciones.
Respecto a las opciones de los que juegan la promoción de lograr algún ascenso a Segunda B está es una de las temporadas en las que hay más posibilidades. El Caudal parte con una gran ventaja por ser campeón, ya que lo puede lograr en una sola eliminatoria y en caso de perderla tendría la opción de volver a intentarlo entrando en el bombo con los demás. De los otros tres, aunque hayan de pasar tres eliminatorias, cuentan con plantillas lo suficientemente experimentadas al tener futbolistas curtidos en superiores categorías, por los que todos tienen posibilidades. Y en el caso del Avilés cuenta con un entrenador como Pablo Lago que ya consiguió el ascenso con el Langreo sin haber sido campeón.
