España demostró que está en un estado de forma magnífico, con una defensa my concentrada, y con unos centrales sensaciones que solucionan todo el trabajo que les vaya a llegar. El estado de Jordi Alba también es excepcional, con una intensidad tremenda, y creando una superioridad en todo momento en la banda izquierda. El control de juego que ejerce la selección en el centro del campo es vital. Iniesta volvió a estar a un gran nivel. La victoria corrobora que España es fiel a su estilo y su momento de forma es muy bueno.
El planteamiento de Turquía fue muy parecido al del primer partido, buscando contener el juego de posesión de España y los espacios, pero el ritmo e intensidad que transmite se tradujo en que abriese rápido el marcador. Turquía tuvo que cambiar su dibujo y abrió líneas y se vio un partido diferente.
Me gustaron las aportaciones de Nolito con su frescura y la confianza con la que jugó Morata. También me quedo con el orden táctico de la Selección. Después del 3-0 hubo varias jugadas en las que España apretó en campo contrario y robaron el balón al rival. Es muy significativa esa actitud porque refleja la importancia de los jugadores españoles de estar siempre cerca de la pelota.
