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Entre franceses anda el juego

Kanté, centrocampista defensivo, también en la agenda del Madrid

No ha podido tener peor carta de presentación Kanté para el madridismo. Justo cuando trasciende el interés del equipo blanco por este centrocampista, resulta que no tiene mas que quedarse en la caseta para que Francia empiece a funcionar. Iban mal las cosas para los galos ayer frente a Irlanda. Al descanso, derrota y malísima impresión de juego. Didier Deschamps movió pieza en el intermedio y optó por sacrificar al tan entregado como poco dotado técnicamente Kanté por Coman para revolucionar el juego de su adocenado equipo. No tardó mucho en funcionar el cambio, que se plasmó en dos goles de Griezmann y la clasificación para cuartos, aunque fuese con mucho más apuros de lo que preveían en un principio el propio equipo del país organizador y sus seguidores.

Kanté, pues, no fue parte del éxito; incluso parecía parte del problema. Un centrocampista defensivo, que recuerda a Makelele por su enorme capacidad de trabajo y su entusiasmo, pero mucho más reñido con el balón que lo estuvo su compatriota, en tiempos jugador del Madrid, el mismo equipo al que aspira el ahora futbolista del Leicester. Kanté tapa mucho pero crea poco. El Madrid sigue sin tenerlo claro a la hora de encontrar el deseado mediocentro, un jugador que sea capaz de echarse el equipo a la espalda y que le proporcione equilibrio. Kanté viene a ser un relevo para Casemiro, lo que habla muy poco en su favor, por las ya conocidas limitaciones del brasileño.

Claudio Ranieiri, el entrenador de Kanté en el Leicester, explica muy bien en dos pinceladas ante qué tipo de jugador estamos: "Un día va a centrar el balón y va a llegar a rematarlo", por un lado, y por otro que "en una ocasión le dije que no hacía falta que corriese tanto". A un equipo como el Leicester, que ha hecho la temporada de su vida, no sólo Kanté, ganando la Liga inglesa, le puede venir bien muy bien un jugador de este tipo, de los que no para de correr y bregar porque apenas sabe hacer otra cosa. No parece que sea lo más adecuado para el Madrid, en donde se precisa de un nivel técnico mucho más elevado.

Hay quien ve con buenos ojos en el Madrid la incorporación de Kanté antes que la de Pogba porque asusta el precio de este último, superior a los 100 millones, unos 75 millones más de los que podría costar la salida del jugador del Leicester, y hay quien no ve inconveniente en el fichaje de los dos, entre ellos Zidane, que entiende que solo con Casemiro para tratar de robar balones puede ser muy poco para una temporada tan larga y dura como la que afronta el equipo blanco cada año.

El caso es que entre franceses anda el juego. Zidane tiene mucho que ver con ello. Se le ve muy sensible al interés por jugadores de su país y los representantes en seguida pican a la puerta. Kanté es el último episodio de una historia en la que también hay una curiosa coincidencia, el gusto por perfiles de jugadores con mucho músculo, y con mucho más músculo que técnica. Y es que de desequilibrios está hecho este Madrid.

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