Lo mejor que le puede pasar a un equipo en construcción como es el caso del actual Sporting es que los amistosos veraniegos que vaya disputando no provoquen alarmas y desaten la euforia. Esto, más o menos, es lo que sucedió en el amistoso ante el Athletic Bilbao, cerrado con un empate a uno después de ir con ventaja durante gran parte del encuentro. El gol a favor llegó en un penalti que esta vez sí vio el tan recordado De Burgos, autor de auténticas tropelías contra el Sporting de Segunda División. El gol en contra llegó, una vez más, en un saque de esquina contra la portería de la chavalería del gran timonel, lo que viene a demostrar que cambian los centrales y los porteros, pero el mal no se erradica con los problemas que eso trae para los intereses rojiblancos. Pero quedan muchas sesiones de entrenamiento para ajustar piezas y conseguir que los goles a balón parado se reduzcan a unas cifras aceptables.
No hay motivos para la alarma, pues, desde el amistoso del miércoles, y menos si al día siguiente, o sea ayer, un nuevo jugadores es presentado. Un delantero goleador, dicen los más finos analistas del lugar. A lo mejor alguno de éstos le ha preguntado si ha llegado a coincidir con Jony, el rojiblanco que ha sido a la tierra blanquiazul de La Rosaleda, donde pega fuerte el calor. Queda, por lo visto, otro delantero, a poder ser goleador, porque con goles todo resultará más fácil y llevadero.
Lo que tantas veces se dice aquí, que los grandes llevan vidas paralelas, se va cumpliendo. El primer amistoso de nivel de los rojiblancos ha coincidido con el primero de un Real Madrid, corto de preparación y sin jugadores virales en su funcionamiento. Unai Emery, director deportivo del Paris SG, que fue el encargado de doblegar a los de Zidane, ha sacado pecho y se ha puesto por delante del rival. "Al Madrid le faltan muchas cosas", sentenció el vasco, que sabe de la importancia que para él tiene ir logrando buenos resultados en los compromisos veraniegos. Emery ha sido reclamado en París para algo más que ganar la Liga francesa con veinte puntos de ventaja sobre el segundo. En París quieren la Liga de Campeones. Casi nada.
La realidad rojiblanca nos dice que no hay ahora mismo nadie capaz de confeccionar el primer equipo titular del gran timonel. Le pasa a él y al propio Valverde, que realizó una curiosa mezcla de titulares y chavalería donde sobresalió la cara de susto que exhibió Iker Muniain, sin duda afectado aún por la historia aquella de las amistades femeninas escasamente discretas. Olvidado De Gea, puede que a partir de ahora sea el centrocampista vasco el objeto de las miradas. A ver qué juego sigue dando la historia.
En otro plano habrá que averiguar qué juego queda pendiente en la lista de fichajes de este Sporting. Todo indica que quedan por consumar varias incorporaciones necesarias para solidificar una plantilla que va tomando forma entre el mantenimiento de las buenas costumbres; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿Qué hacía Esuperio nada más terminar el amistoso del miércoles degustando una palmera con chocolate en el paseo de Begoña? El gesto puede que tenga más simbolismo del que pueda parecer.
