La conclusión del partido de Nancy puede que sea simple, pero es la que hay: la fase de estudios rojiblanca continúa adelante. El encuentro no ha desvelado si el Sporting ha mejorado con relación al del pasado año, si es un equipo parecido o si ha perdido nivel. La conclusión no puede ser definitiva porque hay jugadores de baja y otros, recién llegados, sin apenas entrenamientos con el resto de compañeros. El equipo, como cabía esperar a la vista de los acontecimientos, está cogido con alfileres sin que esto signifique desdoro para la labor de técnicos y futbolistas. El empate ante el Nancy sirve, además, para borrar la goleada de Lugo, el peor resultado de los ensayos veraniegos, aunque en aquella cita no hubo cámaras de televisión, lo que no sucedió ayer, con la visión completa del amistoso, penúltimo del ciclo.

El comienzo rojiblanco fue espectacular, con diez minutos de lujo en los que sólo faltó, más que el gol, remate. Fue el mal del equipo del gran timonel en toda la tarde de la ciudad francesa. Los locales tuvieron más ocasiones, aunque tampoco acertaron en los remates y en el final de las llegadas, además de que enfrente se encontraron con un inspirado Mariño, cuya imagen fue mucho mejor que la de pasadas comparecencias.

Al Sporting le falló, en general, lo que casi siempre: el cierre por los laterales y el acierto en los pases. Tantas pérdidas de balón provocaron jugadas de peligro del equipo francés, que tampoco parece sobrado de capacidad de remate. Claro que la Liga francesa es una cosa y la española, en la que van a jugar Abelardo y los suyos, es otra bastante distinta.

A vuela pluma, como tienen que ser a estas alturas de la película las observaciones, habrá que sentenciar que la impresión más seria puede señalar que se ha echado de menos un delantero con presencia, que se dejara ver en el área rival. El croata acaba de llegar y algún que otro futbolista sale de un periodo de lesión con el consiguiente corte en la preparación, crucial en estas semanas.

Al Sporting, damas y caballeros, señoras y señores diputados, le queda el compromiso del sábado que viene en el Anfield del Piles ante el Deportivo de La Coruña, un ejemplar de la misma liga que la de los rojiblancos. La siguiente aparición ya será oficial, nada menos que ante los leones de San Mamés. Los ajustes precisos son, pues, urgentes, y las incorporaciones, necesarias antes del final de mes. Siempre a vuela pluma, gustó el pequeño Víctor Rodríguez, que dio la impresión de ser el más avanzado en la preparación y en la presencia en el juego. Jugador a seguir con cierto lujo de detalles. Jugadores a seguir, todos: desde el defensa recién llegado hasta el catarí recomendado por Xavi Hernández, que del oficio lo conoce todo. El gran timonel ha marcado territorio con el joven catarí, como lo marcó hace ahora un año con Halilovic, ahora desterrado a Hamburgo. A ver qué territorios quedan por marcar y qué jugadores quedan por incorporar, y para qué puestos. La Liga se acerca, pero este Sporting tiene aún muchos libros abiertos, los libros del gol, del orden defensivo y del acierto en el pase en el centro del campo. La tarea es apasionante.