Una vez más los Juegos Olímpicos están dándonos multitud de imágenes en las que priman algunos de los valores de los que nos sentimos orgullosos todos los que estamos en el mundo del atletismo. Y es que si de algo presumimos es del respeto, del reconocimiento del esfuerzo y de las amistades que se forjan, pese a la rivalidad, dentro de las pistas.

Todos hemos visto ya repetidas veces las situaciones más llamativas de Río: las dos atletas que en la final del 5.000 que se caen y mutuamente se ayudan, la atleta que corre sin zapatilla? y seguramente en los pocos días que quedan saltará a las portadas alguna anécdota más de este tipo.

Pero la anécdota negativa y más vergonzosa fueron los pitidos a los atletas que se juegan una medalla con algún atleta brasileño. Es aquí donde todos nos asombramos y escandalizamos. No estamos acostumbrados a ese comportamiento.

Desde pequeños, los que nos dedicamos a entrenar, enseñamos a nuestros atletas y fomentamos entre ellos una rivalidad sana. Y es que lo bonito son las amistades que se van forjando con los rivales, los jueces e incluso el público. Buscamos que comprendan que todos están realizando un duro trabajo, en los que en ocasiones el reconocimiento se queda corto, y que cada uno a su nivel hace un gran esfuerzo, que si no se recompensa con una marca o metal, debemos de recompensarlo los que estamos allí en directo con un gran aplauso.

Pero esta lección parece ser que no la han aprendido en Brasil. Mediante abucheos, insultos y gritos intentan una y otra vez desconcentrar a los rivales de sus atletas, pero no sólo pasa en atletismo, sino que se está dando en todos los deportes.

El peor de todos los casos fueron los pitidos a Renaud Lavillenie, uno de los mejores atletas del momento, durante el último salto de su prueba de pértiga, donde se jugaba un oro, un instante para el que lleva preparándose cuatro años. Fue abucheado por el público brasileño, en un intento para desconcentrarlo.

Al finalizar la prueba, Lavillenie criticó el gesto del público en las redes sociales y estos respondieron en la entrega de medallas dando un ridículo espectáculo, abucheando a un subcampeón olímpico. A pesar de eso, Lavillenie se ha disculpado en las redes sociales, haciendo gala de lo enorme que es como deportista, ya que nunca sabremos si en otra situación esa medalla de plata hubiese sido de oro.

Los que estamos un día tras otro en el mundo del atletismo siempre decimos que esto no es futbol y que determinados comportamientos, comunes en dicho deporte, aquí los vemos como una gran falta de respeto. Pero en esta ocasión es grave hasta para un partido de futbol. Han arrebatado la oportunidad a un atleta de pelear en igualdad de condiciones en lo que estaba siendo un histórico duelo para alzarse con el oro olímpico.