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Fondo Norte

El curso rojiblanco se inicia con fiesta

El nuevo Sporting se deshace de un gris Athletic al que dieron vida un penalti fallado y los cambios

El Anfield del Piles abre el curso futbolístico 2016-17 como cerró el anterior, con una fiesta, una fiesta enorme, por la victoria ante un gris Athletic de Bilbao al que sólo dieron vida un penalti fallado por Isma López, en doble fallo porque el mal lanzamiento lo repelió Iraizoz al centro donde estaba el rojiblanco, que mandó el balón a las nubes, y los cambios decretados por el gran timonel que se empeñó en meter gente de ataque cuando el partido requería reforzar el centro del campo. Un gol del Athletic en los minutos finales llevó cierta inquietud a la grada, feliz con la primera victoria rojiblanca.

El nuevo Sporting tenía una dura prueba con la visita del equipo bilbaíno, una de las fieras de la Liga, que resultó menos poderoso de lo que se temió. Y eso que controló el partido en el primer tiempo, con dominio de balón, pero nula capacidad de remate. El Sporting dispuso de buenas oportunidades de gol en el período en el que pareció inferior y en el que se sintió, con razón, perjudicado por el tal Clos Gómez de tan infaustos recuerdos.

Al descanso todo eran incógnitas: el partido y hacia dónde se iba a inclinar y el nuevo Sporting, que había puesto en liza a casi todos los recién fichados; eso sí, con Sergio y Nacho Cases en el doble pivote pese a la larga lesión del primero. Nadie se podía atrever a dar una opinión sobre los recién llegados.

Pero todo cambió tras el descanso: un saque de esquina y un gol de Cop, un golazo de delantero caro: una media volea al primer toque según le llegaba el balón desde la esquina. Un gol al alcance de muy pocos futbolistas. La fiesta comenzó y se animó aún más pocos minutos después en un contragolpe de libro que finalizó Moi Gómez con un pase perfecto para que Víctor mandara el balón por raso a la red y encarrilara el partido de forma definitiva.

El partido, como se dice ahora, pudo quedar cerrado con el penalti señalado por Clos a favor del Sporting (milagro, damas y caballeros, señoras y señores diputados) por derribo a Burgui. Lo lanzó muy mal Isma López, con rechace de Iraizoz y posterior remate a las nubes del propio lanzador. Lo que pudo ser el final del partido se convirtió en un soplo de aire para los de Valverde, que se lanzaron en busca de arreglar la horrible tarde que estaban viviendo y que había provocado el silencio de su abundante hinchada. El Sporting pasó por apuros que podría haber evitado si hubiera marcado el penalti y si hubieran saltado al césped jugadores que colaboraran en el centro del campo, zona que no vieron ni el debutante Afif y no digamos el controvertido Carlos Castro. El Sporting, con todo, ganó el partido y abre el cofre de la esperanza.

El equipo, a vuela pluma, parece contar con jugadores más hechos que en el ejercicio anterior, pero es una primera impresión que ha de ser confirmada según avancen las jornadas. De momento, llegan dos partidos para incrementar las esperanzas despertadas en la primera cita en el Anfield del Piles, empeñado en llamar a la fiesta cada semana con este Sporting que se aúpa bien con el golazo a Cop o con el tiralíneas de Moi Gómez y Víctor. Y sigue la fiesta.

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