La presencia del Barcelona en el Anfield ha llegado precedida de alguna broma y mucha hojarasca, como corresponde a los tiempos que vivimos. La broma puede que sea la lesión de Douglas causada mientras dormía en el autocar que traía al Sporting desde Vigo. El brasileño sufrió una contractura en un glúteo que le impidió entrenarse el jueves, pero se ve que el sueño en su cama le ha permitido recuperarse; ayer se entrenó y el gran timonel lo incluyó en la lista de convocados para el partido, en la que hay alguna que otra novedad.
La lesión de Douglas, si no se trata de alguna broma de algún coñón, es un hecho insólito en la larga historia rojiblanca. Desde aquella nacida en la tertulia del Pío que aseguraba que el argentino Domínguez era ciclista no se había visto nada parecido. Pero es bueno que tras dos derrotas seguidas y a la espera del Barcelona, campeón de Liga no se olvide, no falte el buen humor.
Porque para mal humor ya va sobrado el Barcelona y su entorno. El barullo armado con el seleccionador argentino que ha acusado al club azulgrana de "cuidar poco" a Leo Messi, lesionado para tres semanas, está siendo de órdago. Es una acusación grave, y más viniendo de un seleccionador que tendría que saber que el club es el que paga al fenómeno. Además, Messi es de los que quiere jugar todos los partidos, como todos los futbolistas habidos y por haber.
Otro motivo de mal humor es el barullo organizado en las redes sociales entre el lateral del Atlético de Madrid Filipe Luis y el delantero azulgrana Luis Suárez. El primero subió a las redes una fotografía de uno de sus pies con un boquete sangrante causado por un taco del delantero. Éste contestó que el fútbol es de hombres, como si la hombría consistiera en hacer sangre en los rivales. De eso lo sabe todo Diego Simeone, que un día le clavó los tacos adrede a Julen Guerrero y le hizo tres agujeros mayores que el objeto de la actual controversia. En la polémica ha entrado un equipo de fútbol femenino que le recuerda a Luis Suárez que el fútbol es también es cosa de mujeres, como lo demuestra la actividad de las chicas en ese deporte.
O sea, damas y caballeros, señoras y señores diputados, que el partido de primera hora de la tarde viene adornado de hojarasca diversa. A lo mejor le viene bien al Sporting que haya detalles que le bajan la tensión al tercer partido de una semana que no está resultando feliz para el amplio mundo rojiblanco que hoy va a tener la oportunidad de disfrutar de uno de los partidos del año. Un buen resultado para el Sporting sería un sueño; pero si se convierte en realidad, a saber qué nivel de fiesta inundará El Molinón. Por eso en esta espera habrá que recordar con brevedad el golazo aquel de Enzo Ferrero Águila (todos en pie, que diría el llorado Manuel Sarmiento Birba) o el gol de Quini a Urruti por entre las piernas en el año del regreso del señor embajador a casa.
Aquellas tardes que terminaron en fiesta pueden quedarse en casi nada al lado de la fiesta que puede haber hoy si el Sporting saca el partido adelante. Por cierto, y Esuperio sin enterarse por dónde sopla el viento.
