La buena nueva para el piragüismo de éste país, disciplina laureada en cuantas citas internacionales se tercien , incluidos los Juegos Olímpicos, acaba de llegar de la mano de los representantes de Loterías y Apuestas del Estado, organismo que patrocinará a la Real Federación Española, sumida actualmente en periodo de elecciones presidenciales. Sin duda alguna una gran noticia para ese deporte emergente que tan excelente papel realizó en la Olimpiada de Río-2016, con nada menos que cuatro medallas conquistadas, tres de ellas de oro, la mejor Federación Española en el medallero olímpico.
Parece que poco a poco el piragüismo se va ganando un hueco, pese al carácter de deporte minoritario, en el mundillo de los importantes patrocinadores a golpe de paladas y excelentes resultados, ya que de otra manera no sería todo oro lo que reluce. Cierto es que se ha dado un paso importante, pese a que cierto sector quiera verlo como una medida electoralista, con las urnas aguardando casi a la vuelta de la esquina, antes de que finalice el presente jercicio, para elegir -o reelegir en el supuesto de que se presente Juanjo Román- a la persona que regirá los destinos de la Federación Española a lo largo del próximo ciclo olímpico que culminará en Tokio-2020.
Los éxitos más recientes del piragüismo español, la semana pasada, tienen que ver con la especialidad del surfski, en la que se proclamó campeón de Europa SS-1 el asturiano Walter Bouzán Sánchez y, además, se contabilizaron otras tres medallas de plata. Como no podía ser de otra manera, la mayoría de los deportistas que acudieron al Europeo en aguas de Cerdeña (Italia) hubieron de afrontar sus correspondientes gastos, pese a defender los colores del combinado nacional. Lo mismo que gran parte de los que fueron al Mundial de maratón, en Brandemburgo (Italia), así como a otras citas internacionales -Europeo y Mundial en aguas tranquilas, por ejemplo.
Va siendo hora de un profundo cambio en esa situación -lo que la Federación Española denomina autofinanciación en sus criterios de selección nacional- y así evitar exprimir como unos limones a los kayakistas que demuestran en el agua sus méritos para vestir La Roja en las diversas competiciones. Y lo mismo digo del apretón al que se ven sumidos modestos clubes, salvo alguna excepción, a los que pertenecen los seleccionables, quienes deben buscarse la vida a través de rifas, sorteos, etc. Ojalá que a partir de ahora asomen aires renovados para el deporte de moda en España y que se traduzcan en más ayudas y patrocinios, tanto para la élite como para el deporte base.
