La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Menudo siete

De tanto repetir "tenemos siete puntos" más parece un roto que una buena puntuación

El primer parcial desde agosto a octubre deja un siete en el uniforme del Sporting. De tanto repetir "tenemos siete puntos" más parece un roto que una buena puntuación, notable, en los primeros tres partidos, que por mucho que se quieran estirar dejan ver un agujero, de momento pequeño, en el renovado vestuario del Sporting. Tanta compra en la temporada de verano luce poco en los primeros días del otoño. Estos nuevos trajes, tan prestosos, tan caros, con su diosa griega de la victoria, como inspiradora de la marca multinacional, no se merecen un siete. Compartir sastre con el Barça o Atlético de Madrid no gana partidos. Aunque para rotos y descosidos se presenta aquí Susana Díaz y los deja como nuevos la zurcidora andaluza, amiga de Javier Fernández, vecino de Somió como el otro presidente, el del Sporting, por supuesto: ¡siempre nos quedará un JF, ingeniero, para tender puentes, abrir caminos y salir del pozo!

La media de siete partidos, siete puntos, prolongada hasta el final da un resultado de 38 sumandos, ¿valdrán para salvarse? La pasada temporada se necesitó un puntín más, así que a por él. Pasar de siete a ocho en el puntaje -no digamos a diez- está resultando un sufrimiento que, aun teniendo en cuenta a quienes tuvo el Sporting en frente, empieza a dejar secuelas en algunos aficionados -abonados a El Molinón y a la televisión-, que todos opinan y pagan. Por cierto ¿tiene Tebas, renovado presidente de la LFP, los datos de cuántos espectadores vieron el primer tiempo de Riazor fuera del territorio español? ¿Cuántos en China? ¿En India? Eso sí: no valen las embajadas diplomáticas ni las sedes de Centros Asturianos y Casas de Galicia. Lo decimos porque igual se dan de baja del pago por visión después de esos 45 minutos, solo para sufridores de ambos equipos. Los espectadores ajenos al acontecimiento merecerían una invitación a sidra y pulpo por aguantar ese fútbol ramplón.

¿Tiene decidido Abelardo quién tiraría el penalti -si lo hubiera y el árbitro lo señalara- frente al portero del próximo visitante a El Molinón? Aunque no lo parezca Diego Alves, el meta del Valencia es el portero del momento, por su buen trabajo, por supuesto. Sus números como guardameta ya están en la historia de la Liga. Parando penas máximas a estrellas "champions" que ya caminan, titubeando, hasta el balón cuando tienen delante al brasileño tranquilo. Los partidos cada vez se ganan más desde el trabajo ensayado en la semana, estrategias para evitar goles o hacerlos al contrario. Trabajo, trabajo y más trabajo. Hablar donde toca, lo demás son fuegos artificiales para entretener a incautos. Por ejemplo ¿el joven Meré que brilló al ataque con un gol incluido -en plan recurso Piqué- frente a los débiles jugadores de la selección de San Marino tiene misiones en el área rival para las primeras, segundas y hasta terceras jugadas si fuera necesario?

Este fin de semana -sin fútbol de Primera- habrá morbo asegurado en el Tartiere: viene Sandoval a por Hierro. Duelo interesante entre un resabiado del banquillo vallecano y una primera estrella como jugador, haciéndose al banquillo con tenacidad, ante otro partido complicado en casa, desde la incertidumbre de una temporada empinada para el equipo azul que sufre ante rivales con entrenadores con el colmillo retorcido en la divisiones humildes: Nacho González, Carlos Terrazas, Jagoba Arrasate -que solo asomó un año en Primera- y falta por venir Anquela, entre otros. Entrenadores que se mueven como pez en las aguas de la Segunda B y A.

Compartir el artículo

stats