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Fondo Norte

La portería a cero, primer gran objetivo

Recuerdo a la petición que hizo Xavi a Casillas poco antes del comienzo de un partido clave

Hace años, en los tiempos gloriosos de Luis Aragonés o Vicente Del Bosque, datos que no podemos precisar y que es menor en la cuestión, una cámara de televisión grababa la espera de los jugadores de la selección nacional en un túnel de vestuarios para un partido oficial. Se escuchó a Xavi decir: "Máquina, atento, portería a cero, victoria segura". "Máquina" era, quien si no, Iker Casillas y la petición estaba cargada de razón. El gran objetivo de técnicos y futbolistas conscientes pasa siempre por dejar la portería propia a cero; es decir, no encajar goles. En algún momento de estas pequeñas historia ya se recordó, en sintonía con el canal historia, la valoración que hizo el gran Vicente Miera del Estrella Roja, que iba a ser rival del Sporting en la segunda eliminatoria de la Copa de la UEFA. Miera sentención tras conocer el resultado del sorteo: "El Estrella Roja es un gran equipo". "¿Por qué?", se le preguntó. Y respondió "porque gana todos los partidos por uno a cero o dos a uno". Miera hablaba del rival por los puros datos de los resultados. En aquellos tiempos, setenta del siglo pasado, no había la lluvia de televisiones que inundan de fútbol a aficionados y técnicos. A Belgrado tuvo que viajar el inolvidable Enrique Casas para diseccionar al entonces cuadro yugoslavo. Y a fe que Miera tuvo razón: cero a uno en el Anfield del Piles y uno a uno en el Pequeño Maracaná de Belgrado, estadio donde se vio el mayor tifus posible: amplios grupos de aficionados que entraban gratis detrás de un coronel del ejército de aquel país. El Estrella Roja era el equipo del ejército.

El objetivo de portería a cero ha de ser el de España hoy en Albania y el del Sporting del gran timonel el domingo que viene frente al Valencia del debutante Prandelli. Portería a cero es el camino más certero hacia la victioria. Esas tesis de que vale más ganar por cinco a cuatro que por uno a cero están muy bien para adornar algunos libros de memorias y para alimentar a los amantes de los mitos, pero la portería a cero ha de ser el primer objetivo.

España habría ganado tres puntos definitivos para la clasificación del Mundial de Rusia en 2018 si Sergio Ramos no comete el absurdo penalty de Turín. Se tuvo que conformar con un punto. Del historial reciente de goles encajados por el Sporting no merece la pena señalar nada. Claro que la confesión del gran timonel de que esta temporada está durmiendo mejor que la pasada es un pasadizo hacia la satisfacción. Primero, por él que así descansa más y mejor. Segundo, por lo que significa en la valoración de la plantilla actual, valorada por el técnicos en escalones superiores a la de la pasada temporada. Un tranquilizante para el amplio mundo rojiblanco que, sin embargo, no está contento con los dieciséis goles encajados en los siete primeros partidos. Más de dos goles encajados por partido, demasiados.

Y con Esuperio en Babia, sólo queda mantener las buenas costumbres: ¿es cierto que al susodicho ya le tuvieron que parar los pies en circunstancias anteriores? O sea que llueve sobre mojado pese al otoño tan seco del que disfrutamos en estos pagos gijoneses.

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