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Palabra de doña Berta

Las sabias palabras de esta aficionada del barrio de la Argañosa, un ejemplo para reconciliar a equipo y afición

"Ahora las cosas están mucho mejor". Palabra de Berta Díaz Valdés, una aficionada del barrio de la Argañosa que siente tanto al Real Oviedo que ya puede ir al Tartiere por prescripción facultativa, según contaba Antonio Lorca en el periódico del pasado miércoles, en un reportaje entrañable, de esos que reflejan la otra cara del fútbol, el más humano y el más sincero. Lleva toda la razón esta abuela del oviedismo, que ha visto al equipo azul en los años de esplendor, cuando jugó la Copa de la UEFA, pero también en los más recientes, de ese fútbol de la periferia profesional, que se quiere dejar más pronto que tarde atrás pero que imprime carácter y fortaleza ante la adversidad. Pues si , doña Berta, las cosas van mucho mejor. En la parte deportiva, el reto pasa por mirar a la zona alta de lo que ahora llaman la Liga 1,2,3 y en la parte social, el campo empieza a ser más acogedor, tras aquellos tiempos en los que tenías que limpiar el asiento con el primer papel que tuvieras al alcance o apenas se entendía el ruido que salía por la megafonía; tampoco conviene olvidar el empujón definitivo que le ha dado el grupo Carso para ir menguando una deuda con Hacienda que tenía hipotecado al club.

Por esas y por tantas otras cosas, la afición del Real Oviedo siente como algo propio cualquier paso atrás, cualquiera de los errores cometidos en la segunda parte de la temporada pasada cuando una serie de acontecimientos que nunca debieron de ocurrir provocaron una separación en plena de luna de miel por el retorno al futbol profesional. Por eso, ahora que las cosas, como dice Doña Berta, van mucho mejor quizá sea un buen momento para decir que aquí no hay conjuras contra nada ni contra nadie, que cuando un jugador se esfuerza y rinde del minuto 1 al 90 lo más lógico y normal es que se le agradezca el esfuerzo como ocurre esta temporada con José Fernández y que cuando el equipo pone orgullo, valor y garra el Tartiere responde; cosa muy distinta a cuando se cae en el esperpento y en la más absoluta falta de profesionalidad que la afición tuvo que padecer en el último partido del anterior campeonato. Porque vale que agua pasada no mueve molino pero los jugadores de la actual plantilla deben tener siempre muy claro que para llegar a donde están hoy, entre los privilegiados de la Segunda División, ha habido muchos esfuerzos, incomprensiones y sinsabores, aunque también alegrías, en esos campos donde había que sentarse en un cartón como bien recuerda doña Berta. No estaría de más que cuando mañana sábado salten al estadio de Montilivi los jugadores que dirige Fernando Hierro tengan en mente a toda esa gente, que como Berta Díaz, pone corazón azul a su vida. Con este ejemplo, el orgullo, el valor y la garra nunca nunca más podrán quedar en el vestuario ni en el vestidor. Sus sabias palabras son un magnífico testimonio para reconciliar a equipo y afición. Un acercamiento que, ciertamente,ya se pudo sentir en la matinal del domingo pasado frente al Rayo Vallecano. Ése ha de ser el camino.

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