Es curiosa la situación del Sporting: en la temporada de los mil fichajes está pendiente de si contar con un lateral o echar mano de un central del filial para acompañar al titular Meré en el crucial partido de Granada. Estamos en octubre, pero el problema ya se le ha planteado a los rojiblancos, que se dan moral afirmando que queda mucha Liga, y es verdad, pero que no pueden dejar pasar los partidos sin sumar puntos que aseguren el objetivo de la permanencia. Lo que está claro es que, lesiones, sanciones y puestos sin cubrir aparte, el Sporting no está digiriendo bien el paso de un equipo de chavales, muchos de la cantera, a un equipo de recién llegados entre los que no hay ningún canterano. Es un bandazo que, de momento, no está saliendo bien por más que los tres primeros partidos reabrieron el tarro de la euforia, que se ha ido apagando como se vio al final del partido del Valencia, rival que, dicho sea de paso, no pareció nada del otro mundo. Son muchos datos a tener en cuenta y a analizar. Una victoria en Granada servirá para calmar las aguas del olvido. Ni más ni menos.
Claro que el jueves, que fue ayer, estuvo lleno de reacciones y análisis de la derrota del Manchester City de Pep Chanel Guardiola ante el Barcelona de Luis Enrique. Otra goleada encajada por el entrenador ahora afincado en Inglaterra en sus visitas a España. La prensa inglesa arremete contra la decisión de dejar en el banquillo al Kun Agüero, a quien recurrió en los minutos finales cuando el partido estaba más que resuelto. Y llama "payaso" a Claudio Bravo por la absurda expulsión que provocó y que cambió el signo del partido, aparentemente equilibrado hasta entonces. Aparentemente porque con Messi en el campo el equilibrio pende de un hilo, el que decida romper el fenómeno argentino. ¿Y qué decir de la reacción de Neymar tras fallar un penalti que le cedió el compañero llamado a lanzarlo? Fue la reacción de un futbolista insigne, capaz de sobreponerse al fallo con un golazo.
Lo sucedido en Barcelona ha oscurecido la nueva victoria del Atlético de Madrid, que lo sitúa en cabeza de su grupo europeo y que confirma que los rojiblancos de Madrid van de nuevo en serio: líderes en la Liga española y líderes en Europa, con todas las aspiraciones de nuevo abiertas. Lo único que cabe cuestionar es si octubre es el mejor mes para que un equipo luzca sus mejores galas, que se suelen guardar para abril y mayo, cuando se juegan de verdad los títulos. Pero para alcanzarlos hay que llegar colocados, y eso es lo que está haciendo el equipo de Simeone, que está apostando por el buen juego y por el ataque, dejando atrás su afición al cierre de espacios y a la racanería atacante.
De regreso a los territorios rojiblancos más cercanos y mientras se espera la hora del partido de Granada, bueno es mantener las buenas costumbres; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿qué destacado exjugador del Sporting dijo, y dijo bien, días atrás en una tertulia radiofónica que el problema del Sporting es que lleva más de 20 años sin proyecto de club? Esuperio y sus compañeros han de tomar nota. Próxima parada, Capuchinos.
