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Fondo Norte

La mala racha se rompe con un empate pobretón

La victoria estuvo en las botas de Cop y Viguera, pero ambos fallaron a un metro de la portería del Granada en el minuto 93

La última jugada del partido, la del minuto 93, con Cop y Viguera incapaces de empujar un balón de gol a un metro de la portería del Granada bien pudo ser el resumen del partido: el Sporting, al fin, rompía la racha de derrotas que lo ha situado en los puestos de descenso, en los que sigue, pero el resultado era pobretón, pobretón, pobretón. El Sporting falló miles de pases, apenas creó ocasiones de gol (la citada y otra de Carlos Castro, que no pudo superar la salida de Ochoa en un cara a cara de infarto) y corrió pocos peligros, resumidos en un cabezazo que resolvió bien Cuéllar, que hizo una salida oportuna ante una llegada de un granadino.

El empate, damas y caballeros, señoras y señores diputados, es pobretón porque el Granada no ha ganado aún un partido y ahora mismo era el rival más adecuado para alcanzar una victoria que sacara a los rojiblancos del pozo. Pero no tuvieron ni juego ni decisión para doblegar a un rival que también se hartó de fallar pases y de no llegar a la portería contraria, defendida, eso sí, muy bien por la pareja de jóvenes centrales que formaron el debutante Juan Rodríguez, Juan en la espalda de la camiseta, y el superconsolidado Meré, camino de convertirse en un central de época o de leyenda, como se prefiera. El Sporting a lo largo del partido dio la impresión de conformarse con el empate sin goles, consciente quizá de que también era importante frenar la sangría de goles en contra. Algo es algo, mucho en los tiempos que corren.

El gran timonel había realizado algunos cambios, obligado el del central, suplido con Lora en la derecha y el pase de Lillo a la izquierda, y la vuelta de Burgui a la banda izquierda dejando la derecha para Moi Gómez y manteniendo en el ataque al dúo Castro-Cop, inexistentes en toda la primera parte, sin apenas participación en el juego. La jugada más relevante del primer tiempo se produjo en el minuto 40, cuando un defensa local derribó a Burgui en el área; el árbitro señaló fuera de juego cuando el balón llegaba del mismo defensa. Una jugada a dejar para el análisis de los expertos, porque los cambios en los criterios arbitrales son tantos y tan frecuentes que no conviene arriesgarse en su valoración.

En la segunda parte, el Granada de Lucas Alcaraz (el hijo de Felipe) pareció salir con mayor decisión, pero la impresión no duró más que los diez primeros minutos. El Sporting equilibró el juego, que mejoró algo con la presencia de Nacho Cases, quien relevó a Rachid. El buen criterio del centrocampista recién incorporado se notó, vaya si se notó.

El partido avanzó hacia su final con el consiguiente riesgo que los últimos minutos suelen provocar a los rojiblancos, pero la flojera del Granada quedó clara por la falta de empuje y la ausencia de problemas para la defensa de un Sporting que tuvo la vuelta a la victoria en el minuto 93: falta que saca Moi Gómez cruzada hacia el segundo palo, Lillo cabecea al centro donde Viguera y Cop, solo, fallan de forma lamentable y dejan a su equipo con el regusto amargo de un empate cuyo mayor valor es que ha roto la racha de cinco derrotas, pero que no saca de pobre a un Sporting cuyo margen de mejora es enorme. En ese margen de mejora se centran las esperanzas del amplio mundo rojiblanco. Próxima parada, Capuchinos.

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