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Brunch para todos

El Sevilla es un reto "Champions" para el Sporting actual; superarlo o igualarlo sería un buen plus

El entorno del fútbol es tan moderno, tan guay -en la acepción de nuevos términos- sobre todo para narrar el juego y sus circunstancias: costado por banda, pivotes por medios, carrileros por? en fin, que nuevas palabras, para describir lo de siempre, no pillan por sorpresa, cada tiempo con su afán. Así que este sábado toca un nuevo "palabro" de la mano de los nuevos horarios al uso: brunch. ¡Bienvenido al fútbol de la una de la tarde! A esa hora "¿Desayuno?, ¿almuerzo?, ¿qué hago?", se pregunta un aficionado de base. Consultado el dietista de cabecera: comida ligera, que en El Molinón las digestiones están resultando pesadas, como el fútbol de los rojiblancos. Sigue el proceso de digestión de trece nuevos nutrientes que, por el momento, no acaban de alimentar al cuerpo sportinguista. "El Pitu" con esos nuevos ingredientes prepara distintas recetas según el rival, el campo y el horario; eso lleva un tiempo. El peligro es el periodo de cocción, a lo peor terminan quemando todos.

En las gradas no faltarán las bolsas de pipas para entretener el estómago, y como terapia ocupacional las manos mejor entretenidas cascando pipas que agitando pañuelos. El Molinón está tranquilo, de momento. Este fin de semana hay que cambiar la hora. Vuelve el horario de invierno, con sol primaveral. No hay previstos otros cambios en el horizonte cercano. Tranquilos todos: ya llegan a los lineales de los supermercados los turrones navideños, y los huesos de santo a las confiterías.

El Sevilla para el Sporting actual es un reto "Champions"; superarlo o igualarlo, según lo que se vea en el campo, sería un buen plus. Monchi no sólo sabe confeccionar plantillas a tono con el entrenador -con Marcelino erró, lo reconoció-, también acierta con el plan B: el filial tiene un entrenador y jugadores que si las normas lo permitieran podría acabar en Primera, solo hay que verles jugar: de cine lo hace el Sevilla Atlético, único filial que milita en Segunda; por algo será.

Sampaoli en compañía de su asociado, Juanma Lillo, se adapta, a la velocidad del rayo, a LaLiga. Hasta N´Zonzi supera en rapidez a la zaga del "Cholo" para marcar un gol que aún escuece al míster del Atlético. A la vista de este panorama ¿tiene el Sporting armas para ganar a este nuevo rival? Por lo visto en las últimas semanas, rotundamente, no. Pero esto es fútbol como dicen una y otra vez los actores de este juego. También dejan caer son frecuencia -en las entrevistas a pie de campo- otro topicazo: "Este equipo sabe a lo que juega". ¿Seguro?, ¿a qué juega el Sporting, por ejemplo?, ¿a tener el balón?, ¿al contraataque?, ¿a defender?, ¿qué especialidad puede anunciar Abelardo, en su menú del día, para este sábado? La carta ningún aficionado la sabe de memoria, será estrategia -otra modernidad más- de la cocina de mercado: según amanezca el día en la mar o el campo.

En el brunch no deben faltarlos huevos benedictinos -no confundir testicularmente, según pancartas al uso-, una de las claves de este invento con acento inglés.

El campo de Murcia tiene buenos frutos de temporada, el huerto produce en otoño esplendidos agrios. Le puede venir bien al Real Oviedo visitar la Nueva Condomina (el domingo frente al UCAM) y preguntar por las consecuencias de jugar en un lamentable césped que hace diez años produjo una lesión de gravedad a Maxi Rodríguez (Atlético de Madrid) jugando con la selección argentina de Basile frente a la roja de Luis Aragonés. Aquella lesión trajo cola. Como el césped del Tartiere de cuyo lamentable estado -desde el primer día- hay responsables: un campo de fútbol sobre un terreno arcilloso. Desde la tejera allí instalada fueron advertidos y pasaron la pelota. Ya no había presupuesto para extraer la arcilla. Una monumental chapuza.

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