Curioso horario el que van a soportar los seguidores de Sporting y Sevilla este sábado, cuando se den cita sus respectivos equipos sobre el alfombrado césped de El Molinón a la una de la tarde, en aras de satisfacer a ese mercado global televisivo que impone esta y otras sorprendentes medidas. Probablemente no esté tan satisfecho el colectivo de la hostelería, ni otros que ven relegados sus intereses en beneficio de la audiencia, pongamos por ejemplo, asiática. Audiencia que, por cierto, no pudo recrearse con la presencia de las estrellas del Barcelona premiadas o nominadas por LaLiga, que dedicaron esa jornada a otras ocupaciones, en el caso de Messi enfrascado con la familia en una visita a Eurodisney. Contrastes de LaLiga superprofesionalizada.

En fin, que el socio y el aficionado en general ya saben lo que les toca para seguir a sus colores: no solo pasar por unas taquillas cada vez más caras sino también adaptarse a la ruleta horaria, en un fin de semana que también va a traer cambio en los relojes y a un Sevilla como visitante que impone tras su reciente racha de resultados, que le lleva a estar segundo en la clasificación liguera, con cinco partidos seguidos ganados entre Liga y Champions (aquí, ya casi en octavos) y el esquema de Sampaoli que funciona perfectamente.

De los de Abelardo se espera un inicio intenso para conseguir la iniciativa, pero ¿quiénes serán de la partida? Sabemos que el prometedor dúo Juan Rodríguez-Meré no tendrá continuidad hoy, pero deconocemos si se jugará con dos peones o tres por delante de la defensa o si el enigma de Nacho Cases va a entrar en vías de aclaración para muchos de los que se preguntan, nos preguntamos, por las sorprendentes razones de su ausencia precisamente en una etapa de racanería creativa del equipo.