Pues resulta que en esta semana de partidos de fútbol a diario mañana ya juega el Sporting en Málaga en el inicio de una nueva jornada de Liga, que se para de nuevo para dejar hueco a las selecciones. La última vez que hubo parón liguero el Sporting se quedó sin Babin, cuyos quince días de baja se han alargado casi como el viaje desde Gijón a Martinica, aunque esa ausencia ha servido para descubrir a un central de futuro llamado Juan Rodríguez, al que el gran timonel ya le ha echado el ojo. Va a entrenarse a diario con la primera plantilla y va a jugar con el filial, y el año que viene ya tiene ocupación que le ha buscado el entrenador. Un entrenador al que apoya su labor de cien partidos, pero que ha encontrado un avalista de rango llamado Jony, que recuerda en conversación con este periódico cómo encontró el club el actual cuerpo técnico y cómo lo tiene ahora, aunque ocupe una de las tres plazas de descenso, plaza que, por supuesto, es temporal porque los vientos están cambiando.
Y más que cambiarán si el Sporting es capaz de ganar en Málaga, en La Rosaleda, distrito de Martiricos, donde se ubica la sede de un club que pasa del blanco al negro con una facilidad pasmosa. Ahora está en época de blanco bajo la cobertura de un jeque árabe al que no le salen los proyectos de obra pública, que no púnica, porque incluyen ocupaciones de media Costa del Sol.
El Málaga invita a sintonizar el tan querido canal historia para recordar aquel arbitraje de Camacho en un partido dominical y televisado que terminó en monumental escándalo por la anulación de un gol totalmente legal marcado por Panchulo en el saque de una falta. Fueron los años negros del colectivo. Tiempo después, gracias a la primera denuncia del ilustre asturiano Medina Iglesias, se destapó la trama de corrupción arbitral, liderada precisamente por el citado Camacho. Se supo, por ejemplo, que el Málaga arreglaba al comienzo de Liga para acumular puntos que le dieran tranquilidad en el resto de la competición. Aquel gol de Panchulo llegó, en efecto, en partido de las primeras jornadas. Ni la presencia de la televisión cortó a Camacho para invalidar el gol legal. Ahora, por fortuna, los tiempos arbitrales parecen haber cambiado, aunque el resto a los grandes sigue presente, y muy presente.
Resulta, pues, damas y caballeros, señoras y señores diputados, que el partido de mañana completa el fútbol diario de esta semana, entre competición nacional y competiciones europeas que enseñan que los tiempos en los que algunos arrollaban han pasado a la historia. Y eso es bueno porque la emoción parece garantizada. De los partidos del martes, con el debido respeto, cabe destacar el golazo que marcó Özil para el Arsenal en la ciudad suiza de Basilea. Fue un modelo de clase y de frialdad, algo que tantas veces se echa de menos en las gentes de área rival. Y no merece la pena señalar a nadie.
Con el Sporting camino de Málaga, las buenas costumbres se mantienen por encima de todo; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿con qué delantero sueña Esuperio para incorporarlo en enero a la plantilla rojiblanca? Próxima parada, Capuchinos.
