Conocida la lista del nuevo Gobierno de Mariano Rajoy, la siguiente lista en importancia es la que se conocerá este mediodía, la lista de Julen Lopetegui, el seleccionador nacional, que a la vista de las bajas de Sergio Ramos y Gerard Piqué, igual incluye en la convocatoria a Jorge Meré, la joya rojiblanca. O sea, que hoy hay dos listas de relieve cuyos componentes no necesitarán jurar su presencia en ellas, la de Lopetegui y la del gran timonel, que algún malvado incluido, que no escondido, en las masas madrileñas ha degradado a pequeño grumete, para enfrentarse al Málaga, avanzada ya la noche. Meré es la joya rojiblanca, pero la victoria en La Rosaleda sería una especie de medalla de oro y brillantes porque permitiría al Sporting pasar el parón liguero fuera de la zona de descenso, detalle que añadiría tranquilidad al amplio mundo rojiblanco. La importancia de la lista de Abelardo para el partido reside en conocer si va a seguir apostando por el dibujo del duelo ante el Sevilla, goleador en la Liga de Campeones, o va a volver al dibujo del comienzo de Liga con la incorporación, por ejemplo, de Víctor Rodríguez, recuperado de sus molestias musculares. No ha habido retrasos en la recuperación de este jugador, como no ha habido misterios en sus dolencias, al revés que en otros clubes donde las lesiones y sus duraciones se han convertido en una especie de secretos de Estado.
No hay ningún secreto, damas y caballeros, señoras y señores diputados, en las decisiones tomadas por el admirable Zinedine Zidane para el partido de Varsovia. El entrenador blanco, que lleva siglos sin perder un partido, se ha doblegado a la campaña mediática en defensa de Morata. Y lo metió con calzador al lado de la indiscutible BBC con el consiguiente caos del equipo, que se quedó sin centro del campo. Dice César Luis Menotti que la descripción de las tácticas no pasa de ser una repetición de la guía de teléfonos, pero parece claro que los dos centrocampistas son cosa de los años sesenta del siglo pasado, como lo son los cuatro delanteros. Desde el dúo Puente-Eraña no se conoce mejor línea media de dos en la historia rojiblanca. En el Caudal Deportivo de Mieres, pongamos que se habla de Coto-Barreñada. Pues Zidane se plegó a las presiones; resultado, Morata no tocó pelota y Benzema dio una exhibición. El francés no ha ganado los galones que tiene en un supermercado de Alcobendas y no juega precisamente por ser el favorito del presidente Pérez, que lo fue a buscar a su domicilio, o por ser compatriota del entrenador. El Real Madrid no se libra de tener que poblar el centro del campo de especialistas que apoyen tanto el juego defensivo como el ofensivo. El empate de Varsovia complica la marcha blanca en la Liga de Campeones, aunque ya han aparecido finos analistas que, a la vista de la evolución de los distintos grupos, son partidarios de que quede segundo en el suyo para evitar a otros segundos de enorme potencial. Cosas de la vida.
Esuperio, firme en su papel, pregunta sin molestar qué gestiones tiene en marcha el Sporting para reforzar su ataque en enero. Ahí queda la pregunta. Próxima parada, Capuchinos.
