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Fondo Norte

Las preocupaciones de un ilustre letrado

Quizá comience a no entenderse la revolución producida en la plantilla rojiblanca en verano

"Ni antes éramos de Champions, ni ahora estamos descendidos", confesaba al mediodía de ayer en la sala de prensa de Mareo el gran timonel en su comparecencia de los viernes, casi, casi, como el portavoz del Gobierno que lo hace después de cada Consejo de Ministros. Pues claro que el Sporting no pega esos saltos, sino que se ha de mantener en la categoría máxima del fútbol español con los menores agobios posibles. Ahora resulta que hay agobios entre el amplio mundo rojiblanco por la larga racha sin tocar una victoria, que se espera para la tarde en la que la amenazante Real Sociedad visite el Anfield del Piles.

A media tarde, en la plaza del Seis de Agosto, a la vera de la estatua de Jovellanos, el ilustre letrado, miembro de varios colegios profesionales, cuyo nombre nos reservamos porque suponemos que quiere guardar la confidencialidad, se confiesa decepcionado. "El equipo, o sea el Sporting, no tiene alma, como la tenía el de la temporada pasada". Y sigue: "Los técnicos han desmantelado al equipo porque han roto el esqueleto central, los defensas y el delantero centro. Si ha subido el coste de la plantilla, esa subida se tuvo que haber empleado en sujetar en Gijón a jugadores cuyo rendimiento ya estaba contrastado". El ilustre letrado termina: "La cosa está fea, muy fea. Voy a El Molinón y no disfruto".

Un resumen, a vuela pluma, en un cruce en medio de una emblemática plaza gijonesa, que seguro que comparten muchos aficionados y más de un fino analista. Un resumen al que tienen que dar la vuelta los responsables del club, los responsables técnicos y los miembros de la plantilla. Una vuelta que se espera a la mayor brevedad posible, pongamos que al domingo siguiente, cuando comparezcan Eusebio Sacristán, natural de La Seca, provincia de Valladolid, y los suyos, que vienen exhibiendo una forma envidiable, damas y caballeros, señoras y señores diputados.

Cada uno carga con lo que le corresponde. La selección de Argetina, en la que aparece nada menos que Messi, ha caído con estrépito ante la de Brasil, que acoge nada menos que a Neymar, compañero de aquél en un Barcelona que sigue en busca de la excelencia. En Argentina, donde la crítica no se caracteriza por la dulzura y la prudencia, ya piden que "los echen a todos", como si eso fuera posible. El tres a cero de la madrugada de ayer es uno de esos resultados que deja heridas profundas, y más si se tiene en cuenta que ahora mismo Argentina corre el riesgo de no clasificarse para el Mundial de Rusia. Sería una catástrofe para Argentina, para el Mundial y para el propio Messi, obligado a mantener su prestigio en cualquier competición de alto nivel. La tormenta albiceleste no es la perfecta, pero casi.

Fieles a las costumbres establecidas en los parones ligueros, los rojiblancos no volverán al tajo hasta el lunes. Ayer tuvo tajo Meré con la sub-21 y hoy lo tienen los de Lopetegui. Tiempo de buenas costumbres; si pregunto, ¿molesto?: ¿a qué se refiere Esuperio cuando dice que no entiende la cesión del lateral del Barcelona Douglas? Tendría que explicarlo. Próxima parada, Capuchinos.

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