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Fondo Norte

Los objetivos rojiblancos hasta Navidad

Reclamar que el Sporting sume cuatro puntos ante Espanyol y Villarreal no parece que sea ninguna locura

Cumplida la obligación inexorable de la victoria ante Osasuna, quedan muchas obligaciones por cumplir para el Sporting de la insufrible racha de derrotas y de partidos mal planteados y mal resueltos. Al margen de lo que haya hecho anoche el Deportivo de La Coruña, los rojiblancos están obligados a sumar bastantes puntos más para alcanzar el irrenunciable objetivo de la permanencia.

Fieles a las costumbres de los buenos entrenadores, hay que marcar los objetivos a corto plazo. En la cuestión liguera, el Sporting ha de marcarse el objetivo que lo lleva a las vacaciones de Navidades. El domingo, con la visita al Espanyol de Quique Sánchez Ramos, que no encaja un gol ni por casualidad y que lleva varias semanas sin perder. Al sábado siguiente llegará al Anfield del Piles el Villarreal a la curiosa hora futbolística de la una de la tarde. Queda luego el partido de vuelta copero ante un Eibar, que se fue de Gijón con una victoria. La cuestión, damas y caballeros, señoras y señores diputados, es la Liga. Marcarse como objetivo llegar a Navidad con cuatro puntos más que los actuales, los escuálidos doce actuales, no es, no tiene que ser, ninguna locura. Es una necesidad. Porque el Sporting ha de sumar puntos fuera de casa para compensar la sangría de El Molinón. Y porque, sobre todo, ha de ganar los partidos de casa, aunque el visitante sea el Villarreal, ex del gran Marcelino García Toral, el entrenador gijonés que aprende inglés a marchas forzadas porque la Premier, como Avon, llama a su puerta. El Villarreal es un gran equipo, pero el Sporting ha de ganarlo si no quiere verse metido de lleno en los graves problemas que ha pasado hasta la noche feliz del domingo en la que lució como nadie Carmona, seguido de cerca por Douglas, fenómeno en las redes sociales por su gol.

Las cosas son como son y están como están y el Sporting tiene que avanzar hacia la normalización de su situación en la Liga. Hasta ahora no había logrado la normalización porque la racha sufrida por el fiel pueblo rojiblanco se hizo insostenible. El Sporting es un modesto, pero un modesto que debe sacar partidos adelante en casa y fuera. Nadie le pide que aspire al título, sino que sea uno más en la amplia zona media.

Ése es el objetivo que se tiene que marcar el gran timonel al que algún malvado escondido en las masas madrileñas ha querido degradar a pequeño grumete.

Empatar en Cornellá y ganar al Villarreal en casa es un objetivo alcanzable para el renacido Sporting de los goles de Carmona y Douglas. Hoy es martes, aunque esto siga sin Bélgica, y el próximo compromiso parece lejano, pero está más cercano de lo que parece. El Sporting ha de agarrarse al éxito del domingo para enlazar una serie de partidos en los que no pierda, en los que sume y se vaya hacia la zona templada. Es lo que le cabe pedir. Mientras, las buenas costumbres han de mantenerse; si pregunto, ¿molesto?: ¿ya tiene claro Esuperio lo que ha de hacerse en cuanto se abra el marcado? Próxima parada, Capuchinos.

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