Sin brillo y sin riesgo resolvió el Real Madrid el bolo de Japón, finalizado con otro ridículo arbitral. Cristiano marcó el segundo gol en el minuto postrero, el árbitro y el asistente dieron el gol, pero de repente el colegiado dio marcha atrás y lo anulaba hasta que de nuevo cambió de opinión y dio validez al tanto del "Balón de Oro". Se ve que los ojeadores del vídeo arbitral no están duchos aún en el manejo del aparato porque en la otra semifinal ya armaron una buena. En fin, la FIFA decidirá sobre la nueva moda puesta en marcha en este Mundialito. A ver qué sucede en la final del domingo, que disputarán el Madrid y el equipo japonés que participa sin haber ganado ningún título, por las concesiones a los locales.

En los territorios rojiblancos, en los más cercanos, nueva andanada de Ángel Torres, el presidente del Getafe, que en su discurso navideño ha vuelto con la historieta de las trampas en clara referencia, casualidades de la vida, al partido entre el Sporting y el Villarreal de la jornada final de la pasada Liga que se repite mañana en el mismo escenario. La referencia es inadecuada porque hablar de trampas en una competición no se justifica de ninguna de las maneras, salvo que aparezca con pruebas de ellas. Torres se cuidó de dar nombres, pero todo el mundo sabe a qué se refiere. Su amenaza de que este año pagarán los tramposos es también sorprendente porque se ve que ya sabe qué va a pasar en Primera, quién va a ganar, a perder y a bajar.

No parece que sea Ángel Torres el más indicado para hablar de trampas. Si la memoria no engaña, su Getafe querido ascendió a Primera tras ganar los diez últimos partidos en Segunda, demasiadas victorias seguidas en momentos cruciales de la temporada. A saber quién o quiénes lo acusaron de trampas en esa ristra de victorias. Se ve, no obstante, que el descenso le sigue doliendo al mandatario getafense que siempre pareció un inventor del fútbol. Pero ha llegado tarde para inventar.

Tampoco tiene nada que inventar el Sporting de mañana. Lo que tiene que hacer es ganar al Villarreal. Por necesidades del servicio, que precisa sin disculpas los tres puntos, y por taparle la boca al tal Torres. A ver qué dice si mañana ganan los rojiblancos a un equipo en forma, el menos goleado de la categoría, pero el que menos goles marca en sus desplazamientos. El Sporting tiene que sacar la cabeza en las vísperas vacacionales. Darles una alegría a las buenas gentes rojiblancas y poder irse de descanso, previo paso por Éibar, con la calma necesaria.

Partido grande, pues, el que se anuncia para el mediodía del sábado anterior a las fiestas. Un partido que nadie querrá perderse y que nadie quiere que lo pierda un Sporting necesitado de puntos. No puede haber disculpas.

En días tan importantes como los presentes, las buenas costumbres han de estar por encima de todo; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿sabe Esuperio qué mensaje esconde el número escogido por la Asociación de Veteranos del Sporting para las participaciones de la lotería de Navidad? ¿Va a hacer algo para averiguarlo? A saber. Próxima parada, Capuchinos.