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Fondo Norte

La incógnita del Estadio Gran Canaria

La cuestión no es si el Sporting juega con cuatro o cinco defensas, sino que el equipo esté organizado

Mientras el mundo rojiblanco permanece atento a la pantalla para ver si es capaz de descubrir la apuesta, o apuestas, del gran timonel para el impresionante Estadio de Gran Canaria, un amplio sector de los más finos analistas capitalinos, de la capital del Reino se entiende, parece haber descubierto que un tal Zinedine Zidane sabe de fútbol. Uno de los mejores futbolistas de la historia, que habitó en los vestuarios más lujosos de Europa, tenía por fuerza que conocer el oficio de entrenador. Pero un sector de la crítica, el enfrentado a Florentino Pérez, le espera en cada esquina. El descanso concedido a Cristiano Ronaldo en el partido copero ante el todopoderoso Sevilla fue la mecha que no se pudo encender por el tres a cero final y la exhibición de juego en los primeros treinta minutos del partido del Bernabéu. Ahora resulta que el tal Zidane ha dado unos cuantos baños tácticos a ilustres colegas de banquillo y tiene a toda la plantilla enchufada. Y, claro, tiene un plan. Cosas veredes.

Pero las cuestiones cercanas, las rojiblancas, son las que de verdad interesan al pueblo fiel rojiblanco, que espera la reacción del decaído Sporting del presente ejercicio. Una reacción que tendría que empezar en el archipiélago de la Macaronesia, región ultraperiférica en la organización de la Unión Europea. La historia nos desvela que en las visitas a Gran Canaria el Sporting ha sumado muy pocos puntos, sin duda afectado por una lejanía que quizá sirva para levantar el pie de la presión. No es el caso de pasado mañana, día crucial para el devenir próximo de un equipo que tiene que romper con su actual costumbre de perder.

Quizá lo de menos en estas vísperas sea descubrir qué planes tiene Abelardo Fernández Antuña para organizar el equipo. Como siempre dice César Luis Menotti, los números de los sistemas le recuerdan la guía telefónica. Lo más importante no está en si sale con cinco o con cuatro defensas, con cuatro o cinco centrocampistas. Lo importante es que el equipo esté organizado para defender y para atacar, que tenga la intensidad que se le exige a un conjunto necesitado como pocos de puntos. No hay más secretos ante un rival derrotado en casa el martes pasado por un Atlético de Madrid que, al parecer, está en el camino de recuperar las buenas costumbres que lo han llevado en los últimos años a las alturas de las competiciones. La UD Las Palmas, bien dirigida por Quique Setién, no querrá sufrir dos derrotas consecutivas en casa, al contrario de los deseos rojiblancos. El Sporting, damas y caballeros, señoras y señores diputados, inicia un año crucial para su porvenir inmediato. Ha de empezar a clarificar su situación, en la que no caben bancos de niebla ni boinas de contaminación. Otro día habrá que detenerse en los planes municipales para la concesión del estadio de El Molinón. En estos días de fiestas hay que mantener las buenas costumbres; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿a qué club se piensa alquilar El Molinón si el Sporting acaba cayendo a Segunda B? Vamos, hombre. Más preguntas: ¿sabe Esuperio de quién es la idea de cerrar cada día más el primer equipo a los aficionados?

Próxima parada, Capuchinos.

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