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Fondo Norte

Una injusta enmienda a la totalidad

No parece conveniente que desde dentro del club se cuestione a Abelardo, patrimonio rojiblanco

Cuando todos los esfuerzos rojiblancos tendrían que estar centrados en los modos y maneras de cómo superar mañana al admirable Alavés, aparece el director deportivo del Sporting, Nico Rodríguez, quien después de varios meses de silencio comparece para lanzar una injusta enmienda a la totalidad a Abelardo Fernández Antuña, para siempre el gran timonel, por mucho que algún malvado escondido entre las masas madrileñas lo haya degrado a pequeño grumete. "No se ha sacado todo el rendimiento a la plantilla", sentenció el citado en una clara patada en la espinilla al entrenador que sacó al club y al equipo de las peores penurias.

Porque no se olvide, damas y caballeros, señoras y señores diputados, que el tal Abelardo ascendió a un Sporting sin un solo refuerzo y lo mantuvo en Primera sin poder hacer un solo fichaje, aunque sí conseguir alguna cesión que en su día supo a gloria. Las cosas como son. Es cierto que a lo largo de esta temporada el Sporting no ha carburado como se esperaba después de tres jornadas iniciales esperanzadoras, pero los domingos que vienen nos irán dando señales sobre si el problema era de Abelardo o era de alguien más. Hace algunas semanas el entrenador del Granada, Lucas Alcaraz, declaraba que el problema de su equipo era "un problema individual" en el sentido de que los jugadores de la plantilla no tienen la calidad exigida para jugar en Primera y sumar los puntos necesarios para alcanzar la permanencia. Habrá que ir viendo si el problema del Sporting es el mismo del Granada, que todo podría ser.

Los grandes clubes, y el Sporting también pese a su modestia, tienen que aspirar a la excelencia. En la excelencia figura el respeto hacia quienes han pasado por ellos, como es el caso que nos ocupa. Abelardo fue ilustre como jugador y lo ha sido como entrenador. No es justo atacarlo después de una mala racha deportiva como la actual, y menos insinuar que ahora las cosas van a ir mejor. El Sporting, le digo a usted señor de guardia, no puede dar la imagen de que cada estamento va por su lado. No hay comunidades autónomas que mantengan una política propia. La política ha de ser dictada por la presidencia y el consejo de administración, que no pueden renunciar a sus responsabilidades.

Con la ruptura del silencio del director deportivo, que no general, nos enteramos de que los jugadores que se han ido lo han hecho porque cobran cinco veces más de lo que cobraban en el modesto Sporting. Es decir, que si uno cobraba quinientos mil euros ha pasado a cobrar dos millones y medio, que es diferencia notable y que justifica desde el punto de vista profesional y económico la marcha. Un dato a tener muy en cuenta y que tuvo que ser dado a conocer bastante antes que en estos días de vísperas cruciales ante la llegada de un Alavés que va a por todas.

Las buenas costumbres, por encima de todo; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿tiene clara Esuperio la necesidad de la ciudad de Gijón y de la comunidad de Asturias de contar con un equipo en Primera más allá de peleas vecinales? Próxima parada, Capuchinos.

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