Las ligas, se quiera o no, terminan igualándose lo mismo por arriba que por abajo. La Liga de Segunda del Levante de Muñiz puede que sea la excepción a la regla. Hoy, por ejemplo, se verá si el liderato de Primera se aprieta o no, dependiendo del resultado que salga del partido Valencia-Real Madrid, que se está encargando de calentar David Albelda, que busca lo que todo el mundo sabe, un puestín en el organigrama valencianista. Contar a estas alturas de la película que cuando el Madrid lo quiso fichar renovó por los levantinos no tiene más secretos que el antedicho.
Las ligas se igualan y el Granada de Lucas Alcaraz ya ha igualado a puntos con el Sporting del caporal Rubi. Hace poco parecía que el único rival para la permanencia era el Leganés, pero el devenir de los acontecimientos ha provocado que el Sporting tenga ahora tres rivales muy directos: el Granada, el Leganés y el Deportivo de La Coruña, que no suma y se está quedando a la espera de un relevo de entrenador. Tres rivales para dos puestos, damas y caballeros, señoras y señores diputados, si damos por bueno, que quizá no, que el Osasuna se ha quedado atrás, a seis puntos. Dos malos compañeros de agobios, el Granada y el Deportivo, y no hará falta decir las razones. El que tenga oídos para escuchar que escuche.
La nueva situación de la Liga provoca, sin embargo, otra serie de consideraciones. La primera, si de verdad merece la pena dejar el Sporting para terminar en el banquillo del Málaga. Pongamos que hablamos de Jony, que se llevó el disgusto de la semana cuando su entrenador, el Gato Romero, le mandó parar cuando iba a saltar al campo porque un compañero, José Rodríguez, había sido expulsado y el cambio tenía que ser otro. Uno se pregunta cuál puede ser la diferencia salarial entre el Málaga y el Sporting. Si la marcha se debió a una mala gestión rojiblanca o fue un decisión del entorno del jugador, al que se le hacen los ojos chiribís en cuanto ve un billete de cien euros. Que todo puede haber pasado. Y en el Málaga, aunque de titular, está Luis Hernández, a quien el acento inglés le ha durado muy pocos meses. Halilovic ha regresado a España, a la UD Las Palmas, que desde la vuelta de Jesé no ha sumado un solo punto. Y de Bernardo nadie comenta nada.
Vienen estas citas a cuento por la realidad del actual Sporting y por la realidad de los jugadores que se fueron. Unos porque no hubo más remedio y otros por esos misterios que en el fútbol tardan en explicarse, pero que se terminan sabiendo. Como se sabe que la Liga está ardiendo para un Sporting que tiene ante sí este panorama inmediato: Celta, Barcelona, Deportivo y Valencia. Seis puntos, los de casa, se convierten en imprescindibles para ir saliendo del pozo en el que lleva metido el equipo muchas semanas.
Por cierto, ayer, que fue martes, aunque esto siga sin ser Bélgica, si pregunto, ¿molesto?: ¿sabe Esuperio qué opinión tienen los veteranos del Sporting de que el vestuario que ellos pisaron albergue futbolistas de nueve nacionalidades distintas? A ver si lo averigua? Próxima parada, Capuchinos.
