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Fondo Norte

La campaña de las ocasiones perdidas

Las cifras de remates realizados y de goles conseguidos del Sporting siembran la alarma

Entramos en marzo y el Sporting comienza a repetir finales de partido como el vivido el domingo en El Molinón. El equipo rojiblanco sale de cada compromiso con la sensación de que ha dejado pasar una ocasión de sumar tres puntos, una victoria, algo que necesita como el comer porque los rivales (véase el Leganés) aprietan y le complican el inmediato futuro que pasa, damas y caballeros, señoras y señores diputados, por la permanencia, objetivo irrenunciable para el club, la ciudad, la comunidad autónoma y la afición.

Las cifras de remates realizados en las últimas jornadas por el equipo del caporal Rubi y los goles marcados ofrecidas por este periódico provocan, cuando menos, la alarma generalizada. Bien puede decirse que el Sporting está viviendo la campaña de las ocasiones perdidas. Las ocasiones perdidas ante las porterías rivales y las ocasiones perdidas para haber sumado puntos que siguen valiendo más que su peso en oro. Hay tantos partidos a lo largo del presente ejercicio en el que se fueron puntos casi ganados que ojalá no haya que echarlos de menos en la hora del balance final.

Hoy es martes, aunque esto siga sin ser Bélgica, y, por ejemplo, se recuerdan cuatro puntos idos que no volverán: el punto perdido en Riazor, donde, no se olvide, comenzó todo, con un gol marcado por los locales en el último minuto casi desde el medio campo; el punto perdido en el Bernabéu, donde Cop, el desaparecido tras el cambio de banquillo, falló un penalti que daba el empate ganado a pulso, y los dos puntos del domingo pasado ante el Celta, donde tuvo que comparecer "O noso Messi", Iago Aspas, para enderezar el rumbo celeste.

El equipo rojiblanco ha mejorado en su juego de forma indubitable, pero sus problemas de remate se mantienen y, no digamos, los problemas defensivos. Con la portería a cero es mucho más fácil ganar los partidos que hay que ganar. El de mañana en Barcelona ante Messi y su cuadrilla no es precisamente uno de los que haya que ganar. El Barcelona no vive sus mejores días, pero tiene enchufado al fenómeno argentino, que se basta para, por ejemplo, ganar en el Calderón y meter presión dentro y fuera del campo al líder Real Madrid. El Sporting tiene siete jugadores advertidos de suspensión y un suspendido, Jorge Meré, con el portero Mariño saliendo de dos partidos de sanción por una protesta menor en el banquillo. El negociado de las tarjetas ha de ser bien llevado en las jornadas que vienen. Para equipos en los apuros como los del Sporting, es fundamental manejar bien las idas y venidas de las tarjetas. El domingo, ante el Deportivo, que ha prescindido de Garitano, tienen que estar los mejores, tengan o no cuatro tarjetas. Porque ese es el partido de la semana, como lo fue el del Celta. El de mañana es una obligación en la que puede caber el sueño del milagro, pero nada más. El milagro, por ejemplo, que rozó el Leganés y que alcanzó el Alavés.

Una buena semana para mantener las buenas costumbres; si pregunto, ¿molesto?: ¿sabe Esuperio los resultados del Sevilla Atlético y del Cartagena? Próxima parada, Capuchinos.

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